UNLP Lo condenaron por el crimen de Anahí Benítez, pero luego se demostró su inocencia y fue absuelto. En la Universidad de La Plata, reflexionaron sobre su historia.
En la Universidad Nacional de La Plata, se realizó un evento para conmemorar el "Día de la Condena Errada", una jornada destinada a concientizar sobre las personas sentenciadas a prisión por delitos que no cometieron. Entre los casos tratados, expusieron el de Marcos Bazán, quien había sido condenado a prisión perpetua por el femicidio de Anahí Benítez en Lomas de Zamora y luego fue absuelto en un segundo juicio.
El acto se realizó en el aula 208 del Edificio Karakachoff, perteneciente a la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la UNLP. La organización estuvo a cargo de Innocence Project Argentina, la fundación que logró revertir varias condenas a personas inocentes y que logró un fallo histórico a favor de Bazán.
Durante la presentación, se contaron varios casos de condenas erradas en el mundo y se reveló que el 10% de los exonerados pasaron un promedio de 25 años en la cárcel. "No hay estadísticas de condenas erradas en Argentina. Sin estos datos, es difícil pensar en soluciones. No hay datos, pero hay historias", remarcaron a modo de introducción, para contar los casos de tres personas que estuvieron presas y que luego pudieron demostrar su inocencia gracias a la intervención de Innocence Project Argentina.
Del evento participaron Bazán, quien estuvo cinco años preso por el femicidio de Anahí y luego fue absuelto; Jorge González Nieva, un taxista que pasó 14 años en prisión por una salidera bancaria en Morón y un crimen que no había cometido; y Analía Schwartz, condenada a 10 años de cárcel por abuso sexual infantil y posteriormente absuelta por el Tribunal de Casación.
"Se dijeron muchas cosas sobre mí. Tienen que leer los expedientes primero, no dejarse llevar por los medios. Te ves muy limitado para ser feliz porque tenés una mancha, tenés que limpiar tu nombre y además el trauma que te queda. Salir adelante es muy complicado", expresó Bazán ante el auditorio. Además, destacó el trabajo de Innocence Project, que intervino para revertir su condena y demostrar su inocencia: "Son una genialidad. Ojalá existan más personas como ellos".
Luego de exponer las historias de cada uno, se generó un espacio de diálogo sobre la interrelación entre ciencia, periodismo y derecho penal. Participaron del debate Román De Antoni (coordinador del Seminario Prueba y Error Judicial de la UNLP), Patricia Perelló (abogada); Matías Bonilla (psicólogo y becario doctoral CONICET) y Javier Navarrete Ibáñez (periodista judicial y docente de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP).
La coordinación estuvo a cargo de Magda Hernández Morales (comunicadora social y periodista), mientras que Micaela Prandi (abogada y coordinadora de Innocence Project Argentina) fue la moderadora.
"Parece que la verdad no importara. Lo que importa es ganar el caso. Hay peritos que van a llevar basura a los tribunales, y los tribunales no lo saben o no lo quieren distinguir. Hay que bregar porque el Estado tenga peritos capacitados, porque los jueces tengan conocimiento para distinguir si un perito les viene a vender un buzón o verdaderamente saben. Tenemos que exigir un Poder Judicial como la gente", enfatizó la letrada Perelló.
Cabe recordar que Bazán había sido condenado a prisión perpetua en el primer juicio realizado por el Tribunal Oral en lo Criminal Nº7 de Lomas de Zamora. La sentencia se basó principalmente en los indicios del perro Bruno y de su adiestrador. Sin embargo, el Tribunal de Casación señaló fallas en la investigación y ordenó hacer un juicio nuevo. En este segundo debate, expertos en rastreo con perros desacreditaron por completo aquel peritaje e Innocence Project logró demostrar la inocencia de Bazán. El otro acusado, Marcelo Villalba, recibió prisión perpetua.