Señalización Pedro Berger y María Berger, asesinados durante la dictadura, tuvieron un emotivo homenaje en el cruce de la Avenida Yrigoyen y Cabildo.
La esquina de la Avenida Hipólito Yrigoyen y Cabildo ahora lleva los nombres de Pedro Juan Berger y María Antonia Berger, dos vecinos de Turdera que fueron asesinados durante la dictadura cívico-militar. Familiares, funcionarios, concejales y agrupaciones de Derechos Humanos participaron del emotivo homenaje.
"Pedro Berger era vecino de nuestra comunidad y padre de María Antonia Berger, también víctima del Terrorismo de Estado y vecina de Turdera. El cuerpo de Pedro, que se encontraba como NN en una fosa común del Cementerio de Lomas, fue reinhumado a fines de agosto tras ser identificado por el Equipo Argentino de Antropología Forense. Mientras que María aún continúa desaparecida", indicaron desde la Agrupación Vecinal "Turdera por la Memoria".
La nueva jornada del programa Esquinas por la Memoria fue organizada en conjunto con la Secretaría de Desarrollo Social del Municipio, el Concejo Deliberante de Lomas y el Centro de Gestión Municipal de Turdera.
Pedro Berger era un médico clínico muy comprometido con su comunidad. El 16 de marzo de 1977, la Brigada de Investigaciones de Lanús y de la seccional de esa ciudad rodearon una vivienda ubicada en Ascasubi y Camino de Cintura, en Llavallol, y abrieron fuego de manera brutal. Dentro de la propiedad estaba Pedro junto a Narcisa Adelaida Encinas y Andrés Steketee, quienes fueron asesinados. Por los crímenes de lesa humanidad fueron condenados siete genocidas en el marco del juicio "Hogar de Belén" que tuvo su sentencia en mayo del año pasado.
Mientras que María Antonia Berger asistió al Colegio Euskal Echea y finalizó sus estudios secundarios en el Nacional de Adrogué para luego cursar la carrera de Sociología en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Como militante fue una de las fundadoras de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) y la única mujer que sobrevivió a la Masacre de Trelew en 1972. El 16 de octubre de 1979 la secuestraron en La Matanza para luego llevarla a Campo de Mayo, donde fue torturada y asesinada.
Del homenaje en Turdera participaron la secretaria de Relaciones con la Comunidad, Marina Lesci; el secretario de Educación, Darío Spampinato; la subsecretaria de Derechos Humanos, Laura Berardo; la directora del Centro de Gestión Municipal de Turdera, Rocío Caballero; y la concejala Adriana Grandoli. También estuvieron referentes de la Mesa de Trabajo del Ex Pozo de Banfield.