JUICIO El imputado declaró que baleó por accidente a la víctima, mientras limpiaba su arma reglamentaria. Sin embargo, la teoría del suicidio fue desestimada por la fiscalía.
El policía acusado de asesinar con su arma reglamentaria a su sobrino de 7 años, en un confuso hecho ocurrido en febrero pasado en Llavallol, podría ser juzgado por el grave hecho que se le atribuye.
Fuentes judiciales precisaron a La Unión que la UFI 8 de Lomas de Zamora pidió la elevación a juicio del caso, que por ahora sigue en su etapa investigativa, con el imputado a la espera de la decisión de la jueza Laura Ninni, que deberá definir si será enjuiciado.
Maximiliano Joel Benítez, que está procesado por "homicidio culposo", declaró que limpiaba una pistola Bersa calibre 9 milímetros, hasta que se le escapó un tiro que impactó en el cuello de su sobrino, quien murió trágicamente.
Según confiaron fuentes de Tribunales a este medio, las pericias y testimonios complicaron la situación judicial del policía, ya que las pruebas permitieron desacreditar la hipótesis del accidente.
El terrible hecho sucedió a mediados de febrero, cuando el oficial estaba de franco de servicio. Se trata de un joven de 21 años que cumplía funciones en la Dirección Unidad Táctica de Operaciones Inmediatas (UTOI) de la Policía Bonaerense.
El nene fue trasladado de urgencia al Hospital Llavallol, pero la herida había sido tan grave que los médicos no pudieron salvarle la vida.
Desde un primer momento, la familia paterna de Demian Ancona sostuvieron que la muerte del nene no fue un accidente, sino una imprudencia de su tío, al manipular el arma en su casa de la calle Túpac Amaru al 800.
Además, acusaron de "encubrimiento" la madre (del acusado). En diálogo con este medio, Laura, la tía de la víctima, aseguró sobre la madre del menor, que "solo decía que él (el imputado) era inocente", y que "lo único que le importaba era que su hermano no vaya preso".