Judiciales La familia de Walter Ariel Gómez, esperaba un fallo más duro contra el hombre encontrado culpable del asesinato cometido a tiros en enero de 2023 en un corso.
El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 2 de Lomas de Zamora condenó días atrás a 14 años y 6 meses de prisión al detenido por el crimen de Walter Ariel Gómez. Sin embargo, lejos de quedar conformes, los familiares del hombre que había sido baleado en un corso de Llavallol expresaron su desilusión por el fallo.
"No era lo que yo esperaba", lamentó Yanina, la hermana del hombre asesinado a tiros en enero de 2023, quien según señaló a La Unión, esperaba una condena más dura contra Axel Sandro Gabriel Pacheco Nieva, la persona que fue encontrada culpable del hecho, durante un juicio abreviado desarrollado en los Tribunales de Lomas.
"No me parece una condena justa para un asesino", expresó la mujer, disconforme con la decisión de los jueces que condenaron al imputado por los delitos de "homicidio agravado por empleo de un arma de fuego", "homicidio simple agravado por empleo de arma de fuego en grado de tentativa" y "homicidio agravado criminis causa y por empleo de un arma de fuego en grado de tentativa".
Previo a darse a conocer el veredicto del caso, desde el entorno de la víctima había manifestado a este medio su rechazo a la modalidad de juicio. Además, remarcaron que el acusado contó con un "cómplice" que nunca fue juzgado, quien habría incentivado a Pacheco para disparar contra la multitud.
El crimen en el corso de Llavallol
De acuerdo a la reconstrucción del caso, todo comenzó cuando Pacheco y otro joven consumían marihuana en un corso realizado en el cruce de Santos Vega y Ramón Pareta. En un momento, otros vecinos les recriminaron esa conducta, ya que había menores presentes, pero el condenado reaccionó a tiros.
La peor parte de la balacera se la llevó Ariel Gómez, quien recibió un tiro en el abdomen. El hombre de 38 años había llegado al corso a las 23.30 y no tuvo nada que ver con el conflicto, pero fue alcanzado por uno de los disparos.
Tras la brutal agresión, los dos jóvenes huyeron, pero fueron detenidos a las pocas cuadras, aunque fue solo Pacheco, reconocido por los testigos como el asesino, el que permaneció tras las rejas, mientras que el otro fue liberado, ya que para la fiscalía no había pruebas suficientes para comprobar su participación en el crimen en el corso.