viaje al pasado A mediados del siglo XIX, muchos caminos de tierra eran intransitables para carretas y carros, pero había una escala que se convirtió en sitio de descanso y cambio de caballos.
¡Hola otra vez, amigos de La Unión! Los invito a conocer una historia más sobre nuestro querido barrio. Viajemos a mediados siglo XIX, cuando Lomas de Zamora aún no existía. Los caminos, muchos de ellos intransitables, hacían casi imposible moverse de un pueblo a otro de la Provincia de Buenos Aires. Aunque no eran distancias muy grandes, los caminos de tierra se convertían en lodazales cuando llovía mucho. Había que atreverse a andarlos, no sólo por las propias dificultades del terreno, sino también por el peligro que representaban los malones.
En aquel tiempo había pocas opciones para transportarse. Sólo carretas, carros y caballos. En 1849, tres comerciantes visionarios, Fernández, Rusiñol y Hue, fundaron las Mensajerías Argentinas para cubrir las rutas Buenos Aires-Chascomús. La primera escala para el descanso y el cambio de caballos se llamó posta La Botica y quedaba, claro, donde hoy está Lomas de Zamora, pero todavía no existía un pueblo. Ni siquiera las vías del Ferrocarril. Sólo los tímidos terraplenes eran un proyecto de la posta, que con el tiempo quedó pegada al andén uno, tras la concreción del Ferrocarril del Sud en 1865.
Hoy, en ese lugar iniciático está la cabecera y terminal de colectivos de la Línea 266, empresa Villa Galicia San José. Ubicada en el corazón comercial de Lomas Este, es decir, en la avenida Almirante Brown, entre Balcarce y Fonrouge.
En este despoblado paraje, el palenque de los caballos atados, con agua fresca en los bebederos a la sombra, los viajeros tenían un buen reparo para restablecer fuerzas y seguir viaje hacia el sur. En La Botica, los viajeros encontraban refresco, una buena carne al asador, una copa y juegos de azar.
Por ese tiempo la estación de Lomas era y sigue siendo todavía el punto clave para la concentración de los medios de transporte de pasajeros.
Los primeros medios de transporte en Lomas de Zamora fueron los "break", clásicos carruajes de cuatro ruedas, que aún en algún campo todavía se utilizan a pesar del paso de los años y la modernidad tecnológica. Luego llegaron los Mateos, esos carruajes que se solían ver en la zona del Zoo de Buenos Aires para paseos turísticos. Recién a partir de 1910 se puede hablar del advenimiento de los colectivos y fue en 1927 cuando en esta zona apareció el primer ómnibus para el servicio de pasajeros que tendría Villa Galicia.
Por ese tiempo la estación de Lomas era y sigue siendo todavía el punto clave para la concentración de los medios de transporte de pasajeros. La actual empresa de colectivos comenzó a funcionar orgánicamente recién en 1932, llamándose Compañía de ómnibus Villa Galicia. Allí está el playón de estacionamiento para los colectivos, junto a la plataforma del andén número 1 del ferrocarril, lugar donde funcionó por muchos años la posta La Botica. ¡Hasta la semana que viene, amigos!