INVESTIGACIÓN El juicio dejó una nueva línea investigativa en el marco de una causa que se desarrollaba en paralelo al caso por el que fue condenado recientemente.
Tras la condena contra Junior Benítez, el exfutbolista afronta otra causa seguida en paralelo a la investigación en la que el martes pasado fue encontrado culpable de agredir y amenazar a la familia de su expareja, que podría complicar aún más su situación judicial.
Fuentes judiciales informaron a La Unión que el fiscal Juan Manuel Baloira, al frente de la UFI 3 descentralizada de Almirante Brown, solicitó el peritaje del teléfono celular de Benítez, en busca de pruebas que podrían determinar su responsabilidad en otra grave denuncia.
Es que luego del veredicto del Tribunal Oral Correccional (TOC) 8 de Lomas de Zamora, que sentenció al exjugador de Boca Juniors y Lanús a la pena de cuatro años y ocho meses de prisión, se abrió una nueva línea investigativa por "instigación al suicidio" que era seguida en simultáneo por la muerte de Anabelia Ayala, la exnovia del imputado.
Durante las jornadas del proceso judicial desarrollado en una de las salas de los Tribunales de Lomas, testigos cercanos de la joven manifestaron que Benítez ejercía un control extremo sobre ella, que a pesar del temor, lo acusó de violencia de género.
Por otra parte, otro paso fundamental será la autopsia psicológica a la víctima. Para ello será necesario recolectar testimonios de su entorno cercano, con el fin de determinar el estado que tenía antes de que se quitara la vida.
El jugador había sido detenido en enero de 2024, días después de que Ayala se quite la vida, ya que la Justicia comprobó que, previo a la triste decisión que tomó la joven, Benítez había violado el arresto domiciliario para hostigarla.
A pesar de que fue condenado recientemente, la pena no dejó conformes a la parte damnificada. La familia de la Anabelia entiende que Benítez tuvo responsabilidad directa en el suicidio de ella en la noche de Año Nuevo, mientras ambos mantenían una videollamada. Aseguran que el ex Boca y Lanús la amenazó varias veces con matar a sus padres.
Rodrigo Tripolone, abogado de la familia Ayala, contó que en una oportunidad Benítez "la llevó a lo alto de una montaña" y quiso obligarla a quitarse la vida. "Si no te tirás, mato a toda tu familia", le habría dicho.
El letrado afirmó que el futbolista tenía celos enfermizos y una actitud controladora hacia su exnovia, a tal punto no dejarla socializar con nadie.