A DOS MESES El escándalo había ocurrido en octubre durante un torneo de voley en Villa Gesell. El organizador continúa detenido.
En el mes de octubre, un empresario organizador de un torneo de vóley había sido detenido en Villa Gesell por filmar en el baño a una nena de 10 años, hija de una jugadora de Temperley. El hombre está tras las rejas.
El hecho ocurrió en el restaurante Puerto de Palos. Mientras la delegación de Temperley cenaba en el lugar, la víctima volvió del baño muy angustiada y contó que alguien la había filmado desde una ventana. El responsable había sido Jorge Guardamagna, de 66 años, organizador del torneo de vóley, quien tenía en su celular un video de la menor. Los testigos llamaron a la Policía inmediatamente y se lo llevaron detenido.
A dos meses del escándalo, el hombre cumple continúa preso. "Tiene la prisión preventiva y lo trasladaron a Chascomús. Todavía están con la investigación y las pericias, así que todavía no hay condena definitiva. Ya declaramos y pasamos los videos", comentó a La Unión una testigo que intervino en la causa.
La fiscalía había ordenado hacer un allanamiento en el hotel donde se hospedaba la delegación, en el restaurante donde ocurrieron los hechos y en dos propiedades del acusado. El video de la menor en su celular, más la declaración de los testigos, sirvió para ponerlo tras las rejas.
Además, el día que la delegación de Temperley descubrió la grabación en el teléfono de Guardamagna, observaron "cuatro o cinco fotos de nenas vestidas, que en alguna oportunidad se insinuaba ver la ropa interior", según detallaron a este medio. Las pruebas fueron presentadas ante la Unidad Funcional de Instrucción Nº 6 de Villa Gesell.
EL MOMENTO EN QUE LO DESCUBRIERON
Luego de que lo descubrieran, los integrantes de la delegación de Temperley comenzaron a increpar a Jorge Guardamagna, le quitaron el teléfono y llamaron a la Policía. Él se mostraba calmado, pero exigía que le devuelvan el celular.
"Tomátelas de acá, Jorge. ¿Vos grabás nenas en pelotas y no puedo tener tu teléfono? ¿Me estás jodiendo?", le dijo una de las mujeres que acompañaba a la víctima. El hombre retrucó: "Yo no me voy a ningún lado, mi teléfono dámelo".
Momentos después, llegaron al restaurante efectivos de la Comisaría 1ª de Villa Gesell y se lo llevaron detenido, bajo una lluvia de insultos. Toda la secuencia quedó grabada y fue viralizada por los presentes.