INOLVIDABLE La familia San Pelegrini publicó la imagen en las redes y la repercusión no tardó en llegar. El fanatismo por el Gasolero y la admiración por Francisco lo hizo posible.
Temperley y el Papa Francisco, juntos, de la mano de la familia San Pelegrini. Los lomenses Gustavo y Alejandra, junto a sus hijas Dolores y Rosario, viajaron a Italia y pudieron tener una entrevista con Jorge Bergoglio: en el encuentro, muy humano y futbolero, le demostraron su amor por el "Gasolero" y le entregaron una pulsera del club, que volvió al país, bendecida. Ahora buscarán que quede en el museo o que sea subastada.
Gustavo es hincha y socio de Temperley prácticamente desde el vientre de su madre, pero también se considera un hombre muy religioso, a tal punto que el pasado 31 de mayo tuvo una entrevista privada con el Papa Francisco en la Plaza San Pedro de Roma: "El encuentro, muy cercano, se dio gracias a amigos íntimos que me consiguieron la entrevista". Ese momento lo compartió con su pareja Alejandra y sus hijas Dolores y Rosario.
"El Papa, a quien amo profundamente, es muy futbolero. Para mí él representa la vida eterna y eso es lo que quiero para mi familia, mi club y mi país" dijo, con mucha emoción sobre lo vivido.
El Papa, a quien amo profundamente, es muy futbolero. Para mí él representa la vida eterna y eso es lo que quiero para mi familia, mi club y mi país.
Lo cierto es que, durante el encuentro, Gustavo le entregó una pulsera de Temperley (del departamento de socios del club) a Jorge Bergoglio, quien es hincha de San Lorenzo. "Cuando la tuvo en sus manos, que era como tener en sus palmas al club de mis amores, se detuvo a ver el escudo y hasta tuvimos un intercambio entre hinchas de distintos clubes", admitió el lomense.
San Pelegrini explicó que el club del cual es hincha tuvo hechos trágicos a lo largo de su historia, como el asesinato de Alfredo Beranger en 1923, el accidente en Ruta 2 donde murieron dos jugadores, en 1970, o el fallecimiento de un futbolista por paludismo en 1976. Pero, sin dudas, la declaración de quiebra del club, entre 1991 y 1993, fue uno de los golpes más duros que vivió, aunque ese angustiante momento pudo ser saldado gracias a los propios hinchas de la familia celeste.
Cuando la tuvo en sus manos, que era como tener en sus palmas al club de mis amores, se detuvo a ver el escudo y hasta tuvimos un intercambio entre hinchas de distintos clubes.
Lo cierto es que la pulsera está actualmente en poder de Gustavo, la cual seguramente sea colocada en el Museo "Charly Piesco" o subastada con el fin de generar ingresos genuinos para el club. "Nos pareció más interesante que la pulsera vuelva bendecida, aunque haya sido un acto surgido de imprevisto ya que la idea originar era regalársela", se sumó Dolores, hija de Gustavo, quien junto a su hermana Rosario forman parte del departamento de Género del Club Atlético Temperley y son hinchas del club.
"Yo no me considero religiosa, pero ver al Papa y que nos haya brindado su mano sí me generó muchas emociones porque es muy imponente su presencia. Fue una súper aventura familiar", acotó Dolores, que tuvo la suerte de vivir esa experiencia que, seguramente, será inolvidable.
Cabe resaltar que Gustavo ya había tenido la posibilidad de viajar a Italia: fue en 2014 con Alejandra, con el fin de "agradecer y a pedir", y en donde tuvieron la posibilidad de ver, aunque sea de lejos, al Papa Francisco.
"La cara humana de Jorge Bergoglio es impactante, es un líder que trasciende la historia y que nos atraviesa a todos los argentinos. Se nota el amor y la devoción de la gente que lo puede ver y nosotros tuvimos esa posibilidad", concluyó Gustavo.