PERTENENCIA Olga Soto empezó a trabajar como auxiliar en la Escuela Nº44 y hoy cocina para 350 chicos. Fue reconocida por el Municipio con el premio Orgullo de Ser de Lomas.
Olga Soto (64) es trabajadora auxiliar de la Escuela Primaria Nº44 de Fiorito desde 1988 y está por cumplir 35 años como empleada de la institución que también la vio ser alumna, porque ahí los estudios primarios. Más de la mitad de su vida la dedicó a cocinar para los estudiantes, lo que demuestra una vocación de servicio gigante. Todo esto hizo que Olga haya sido distinguida por el Municipio con el premio Orgullo de Ser de Lomas.
Si bien nació en Corrientes, Soto vive en Fiorito hace 62 años y admitió que "ama a Fiorito". "Empecé trabajando como auxiliar, limpiando salones, el 26 de julio de 1988. Luego una cocinera me llevó de ayudante al comedor, pero lamentablemente falleció y yo quedé a cargo", rememoró sobre sus inicios.
Actualmente, Olga y un grupo de tres compañeras cocinan para 350 alumnos que asisten al colegio ubicado en Islandia y Morazán.
"La relación con los alumnos es excelente, nos llevamos muy bien. No solamente nos conocemos de la escuela, también del barrio porque yo vivo a tres cuadras y la mayoría de ellos son de acá, de Fiorito", dijo, con un tono de alegría mezclado con orgullo, y rápidamente agregó: "Cada uno de ellos tiene un pedacito de mi corazón".
Olga fue citada al Teatro del Municipio para ser galardonada y distinguida como Orgullo de Ser de Lomas, en una emotiva ceremonia en la que también resaltaron la labor de otros diez vecinos. "Estuvieron mis seres queridos y fue especial para mí. Yo sé que lo que hago es con todo el amor, a la escuela la quiero más que a mi propia casa y es mi vida, entonces es lindo cuando te reconocen", destacó.
Estuvieron mis seres queridos y fue especial para mí. Yo sé que lo que hago es con todo el amor, a la escuela la quiero más que a mi propia casa y es mi vida, entonces es lindo cuando te reconocen.
"Todavía no pienso en el retiro ni en la jubilación. Si lo puedo suspender o retrasar por al menos dos o tres años más, lo voy a hacer", cerró, entre risas y con muchas ganas de seguir siendo parte de la historia de la Escuela Nº44 y de Lomas.