Final feliz: le regalaron una moto nueva al lomense que perdió todo en Panamá

TRAS LA ODISEA Los fabricantes del rodado se comunicaron con Emilio Mendoza y le obsequiaron uno nuevo para que pueda continuar con su viaje por Latinoamérica.

Emilio (izquierda) junto a Roberto Martínez, de la empresa RVM.

El docente y escritor Emilio Mendoza había perdido su moto cuando se hundió su embarcación en Panamá. Tras regresar a Lomas de Zamora, recibió un regalo muy especial para poder continuar su viaje por Latinoamérica: la empresa RVM le obsequió una moto nueva.

Emilio vivió días de mucha tristeza tras la odisea que le tocó vivir. Había salvado su vida de milagro y le tocó perder la moto que lo acompañó durante cuatro años en su largo recorrido por todo el continente. El rodado tenía un valor sentimental muy grande. Apenas regresó a Argentina con toda la angustia a cuestas, un llamado del fabricante de la moto le devolvió la sonrisa.

"La empresa RVM me hizo entrega de una moto. Ahora tengo una moto que viaja un poco mejor porque ya son modelos más nuevos. También me dieron el compromiso de acompañarme en futuros viajes que decida", le contó Emilio a La Unión, y se mostró "muy contento por tener esta nueva oportunidad de volver a viajar".

El docente lomense reveló que "esta empresa ya ha ayudado a otros viajeros" que pasaron por situaciones similares. "Hace un tiempo, a unos colombianos les robaron ni bien entraron al país y el dueño de la fábrica les regaló una moto. Ahora me tocó esa suerte a mí", se alegró.

Ahora Emilio se encuentra en Buenos Aires trabajando, intentando reintegrarse de a poco al sistema educativo. Al mismo tiempo, imagina cuál será el próximo destino con su nueva compañera de dos ruedas.

"Quiero volver en un tiempo a viajar y terminar lo que ya había empezado o apuntar también para otros lados. Todavía queda pensar un poquito más esa idea, pero seguramente va a ser mínimo por Sudamérica, y si hay asistencia económica importante, poder llevar este viaje a África, Europa y Asia, que es un poco lo que se había charlando antes de toda esta catástrofe. Con todo esto no sé para dónde seguir", explicó a este medio.

Mientras disfruta de este final feliz, Mendoza no pierde las esperanzas de recuperar al menos una parte de la moto anterior que se perdió en el fondo del mar. La comunidad indígena Maguebgandi, que lo rescató cuando se hundió el barco, se había comprometido a bucear para ver si podían encontrar su moto, aunque por ahora es una misión complicada.

El desafío de Emilio había empezado cuatro años atrás. Se propuso recorrer Latinoamérica en moto, con el objetivo de buscar historias y experiencias educativas distintas que puedan ayudarlo en la práctica docente. En febrero, cuando volvía al país, el barco en el que navegaba se hundió con todas sus pertenencias y él quedó varado en Panamá. Afortunadamente, hoy todo eso es sólo un mal recuerdo que será superado con los muchísimos viajes que el lomense tiene por delante con su nueva.

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