Un problema de salud le truncó su carrera de futbolista, pero ahora es DT de Vélez

PREMIO AL ESFUERZO El lomense Marcelo Bravo era una de las promesas del fútbol. El deporte le dio otra oportunidad y hoy es el técnico de la primera de Vélez: debutó con una victoria. 

Marcelo Bravo era una de las promesas del fútbol argentino en el inicio del nuevo milenio. En 2005 ya era figura de Vélez y miembro de la Selección Argentina sub-20, la misma que tuvo a Lionel Messi entre sus filas, con un futuro enorme por delante. Sin embargo, un problema en el corazón le truncó la carrera ese mismo año y lo obligó a iniciar un nuevo camino, desde ese momento detrás de la línea de cal.

Esa afección que le detectaron cambió la vida del oriundo de Lomas de Zamora, que se había quedado sin lo que más amaba y por lo que tanto había luchado. Pero no bajó los brazos. Ni en el momento más delicado, cuando le confirmaron que padecía una miocardiopatía y por eso debía retirarse a los 20 años, se dio por vencido.

El lomense, que hoy tiene 38 años, no se dejó caer y se reinventó rápidamente. El fútbol fue su refugio y en la función de entrenador encontró su nueva pasión, sin pensar en lo que no fue sino en lo que vendrá. Y ahí Vélez, con el que gritó campeón del Torneo Clausura 2005 siendo una pieza clave del equipo, le tendió una mano, lo sumó a su equipo de técnicos de Divisiones Inferiores y de a poco, fue subiendo escalones hasta llegar a lo más alto: dirigir al primer equipo del Fortín.

Ese sueño, justamente, se concretó el domingo. En Córdoba, Bravo debutó como DT de Vélez y lo hizo de una manera especial, con un triunfo por 2-1 ante Talleres por la Liga Profesional mientras se aguarda la llegada de Ricardo Gareca como sustituto de Alexander Medina. Con esto, el vecino de Lomas recibió un lindo premio a todo su esfuerzo.

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"Mi historia es muy fuerte, es difícil dejar el fútbol con 20 años. En ese momento no pensé que sería técnico de fútbol, pero hoy puedo decir que disfruté mucho dirigir a mi equipo, Vélez es mi segunda casa tras llegar a los 5 años al Club. Por suerte con Palito tenemos una idea muy parecida, nos sentimos muy seguros y estamos contentos por cómo se desarrolló esta semana", remarcó Bravo, en conferencia de presa, tras su debut como entrenador.

Este logro que consiguió en el estadio Mario Kempes fue producto de un largo recorrido, de casi 20 años, en los que este lomense hizo de todo para seguir ligado al fútbol. Y su refugio fue el barrio. Es que después del retiro como futbolista profesional y cuando buscaba un nuevo camino, volvió al club Argentino de Lomas, en el que había brillado en el baby fútbol, y se puso a cargo de algunas categorías.

En ese mismo momento se incorporó a las Inferiores del Fortín y arrancó su camino como entrenador, siendo parte de la formación de un montón chicos que llegaron a primera división como, por ejemplo, Thiago Almada, hasta llegar al debut del domingo. Actualmente, además, está coordinador en el Almafuerte de Lomas, donde trabaja junto a su hermano Gustavo.

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