FIESTA Maipú y Alsina fue el epicentro de la celebración. Un camión animó la fiesta y mucha gente se trepó al lugar más alto que encontró.
Miles de vecinos de Banfield coparon el centro la ciudad para festejar el campeonato mundial de la Selección Argentina.
Después de la infartante definición por penales ante Francia, la esquina de Maipú y Alsina fue una vez más el epicentro de la fiesta. Un camión estacionó en ese cruce y cientos de hinchas se subieron para saltar y poner el grito de gloria en el cielo.
La gran mayoría de los locales estuvo cerrado, a excepción de los gastronómicos y los kioscos. También se animaron a abrir algunos bazares para vender algo de cotillón albiceleste y espuma.
La euforia impulsó a muchos jóvenes a subirse al lugar más alto que encontraran. Paradas de colectivo, semáforos, carteles y hasta los techos de los locales se llenaron de hinchas enloquecidos que querían festejar desde las alturas.
El festejo se extendió a varias calles céntricas como Belgrano, Pueyrredón y Vergara, ya que a medida que pasaba el tiempo se hacía más difícil llegar hasta Alsina. La estrategia era avanzar por calles menos transitadas como Talcahuano y Rincón para poder llegar a la avenida principal. Personal de Tránsito Lomas estuvo presente en Alsina y Rincón.
Como era de esperarse, una vez más estuvo presente "la puerta de Messi". Gabriel Menéndez, quien vive sobre Belgrano, había llevado al centro de Banfield la puerta ploteada con la imagen del 10 cuando Argentina venció a Países Bajos. Tal como le anticipó días atrás a La Unión, se animó a festejar de la misma manera ahora que la Scaloneta gritó campeón, con un agregado: ¡la puerta llegó al techo del camión!
La estación de trenes de Banfield fue otro punto de fiesta celeste y blanca. Constantemente había vecinos esperando una formación que los lleve a Plaza Constitución para poder ir a festejar al Obelisco porteño, mientras cantaban y saltaban en los andenes. Cada vez que llegaba el tren, acompañaba los festejos haciendo sonar la bocina.