ENTREVISTA El defensor de Temperley debutó en la Primera de Temperley en el triunfo por 2 a 0 ante Agropecuario y el que significó la despedida de Federico Crivelli.
Su debut en el primer equipo de Temperley coincidió el mismo día que uno los máximos ídolos de los últimos años, Federico Crivelli, le puso fin a su carrera profesional. Es defensor y en el triunfo por 2 a 0 ante Agropecuario, Pablo Casarico, sumó sus primero minutos en cancha junto a Julián García, que también tuvo sus primeros minutos en cancha al suplantar al histórico arquero.
Tiene 21 años y sus actuaciones destacadas en la Reserva que dirige Gastón Aguirre hicieron que el entrenador de la Primera, José "Chaucha" Bianco, lo ascendiera de categoría e ingresara al 11 que le ganó al conjunto de Carlos Casares, en un partido válido por la Fecha 36 del torneo de la Primera Nacional, en estadio Alfredo Beranger.
En diálogo con Diario la Unión, el del Gasolero afirmó que "como cada debut, siempre es algo muy emotivo para todos. Pero el mío fue particular por la despedida fue especial por la despedida de un ídolo del club, como es Fede".
"Es algo que no sabíamos que se iba a dar así, la última semana comunicó que iba a ser su ultimo partido y el día anterior me entero que iba a ser mi debut. Se dieron esas dos cosas juntas y fue algo único. La gente llenó la cancha y había un marco increíble", señaló Casarico.
Además de sus primeros 90 minutos, el futbolista destacó el respaldo brindado por el plantel del Celeste. "Sobre el partido no puedo quejarme de nada porque el equipo y yo pudimos estar en un gran nivel. Me sentí muy cómodo, mis compañeros me apoyaron mucho el día anterior y también dentro de la cancha, por lo que salió todo de la mejor manera", remarcó.
Cero nervios, solo incertidumbre
Como cada vez que puede ocurrir en un juvenil debuta en la Primera de su equipo, ese momento queda grabado para toda la vida, y puede estar marcado por distintos factores, como nervios. Sin embargo, Casarico admitió que de todo este conjunto de cuestiones solo sintió "un poco de incertidumbre" por cómo se daría la ocasión.
"Tenía un poco de incertidumbre, pero no sentí nervios. Sabía que iba a estar a la altura del partido, tenía que hacer lo que hice siempre toda mi vida y lo pude hacer bien", reconoció.
Por su parte, el defensor de Temperley es consciente de que el hincha muchas veces apremia como glorifica a un futbolista, por lo que admitió que debe hacer todo para "mantener el nivel porque el fútbol es muy cambiante".
"En el post partido, el club me acompañó mucho. Dejé una buena sensación en la gente, eso me lo hizo notar. Pero eso en el fútbol cambia todo el tiempo, un buen partido con otro malo se olvida de un día para el otro y eso lo tengo claro. Tengo que mantener el nivel porque el fútbol es muy cambiante", analizó Casarico.
El mansaje del "Chaucha"
Casarico, en tanto, reveló que Bianco le dio tranquilidad y le dijo que saliera a la cancha a jugar como lo hice siempre. "En la previa del partido me dijo que estuviera tranquilo porque trabajé todo el año con el plantel a la par y que sabía todo lo que tenía que hacer, como en los entrenamientos y no me preocupara. Sí que hiciera las cosas simples, tratara de no complicarme y no mucho más porque no quería ponerme mucha presión", aseguró.
El marcador, a su vez, consideró que ante Agropecuario "era un partido especial, pero no mucho más importante que cualquier otro". "A veces, si uno le da mucha importancia termina siendo contraproducente. Pasado el partido, en la semana hablamos y estaba muy conforme con todo el plantel por como rindió el equipo", explicó.