Caliente El fin de semana, el ídolo Granate cargó contra los árbitros, pero no es la primera vez que lo hace. También se cruzó con periodistas, rivales y compañeros.
De un tiempo a esta parte, los enojos de Lautaro Acosta con propios y extraños se han hecho una constante. Este fin de semana cargó contra los arbitrajes, algo que ya había hecho en el pasado, pero viene de una seguidilla en la que también cuestionó a dirigentes, periodistas, compañeros de equipos y rivales.
El último de sus arranques ante los micrófonos tuvo lugar en la derrota con Aldosivi, este domingo al mediodía. Cuestionó el arbitraje de Pablo Dóvalo (por un penal no cobrado) y "le tiró dardos" a la dirigencia. "Se vio 50 veces en el VAR el penal, se vio en la tele y no había forma de no cobrarlo. Con Dóvalo no es la primera vez que nos pasa", afirmó el ídolo. Y luego, agregó: "Yo me la aguanto, soy llorón y rompehuevos, pero cuando ya te están metiendo un dedo en el culo y te están perjudicando bastante, primero dudo, después digo 'son malos para todos' y ahora te digo que algo está pasando, sospecho un montón".
Sobre la dirigencia, señaló: "Hace años se vienen cometiendo errores, con la ida de varios jugadores, con las incorporaciones que no son acorde a la jerarquía. Estos refuerzos que llegaron ahora van a andar bien, pero años anteriores ha pasado lo mismo. Ha entrado muchísimo dinero, se han ido jugadores muy importantes, no se cuál es el esfuerzo que se ha hecho, pero se tiene que seguir haciendo".
Previo a esto, el ídolo también había cruzado a la dirigencia por la falta de apoyo a la continuidad de su hermano Rodrigo como director técnico del Granate: "Hace seis años que mi hermano viene esperando la oportunidad. Y los dirigentes se agarran de los primeros resultados cuanto tuvo solo nueve días para trabajar. La idea era que continuara. Los dirigentes no sé qué habrán decidido. Nosotros ponemos todo. Espero que los dirigentes no se equivoquen más y sea lo mejor para Lanús".
Y días atrás, en la única victoria de Lanús en este campeonato ante Colón, Acosta estuvo a punto de irse a las manos con Monetti al final del partido y en medio de la cancha.
Entre finales del año pasado y principios de este, Acosta no pudo jugar por haber sido suspendido por el Tribunal de Disciplina. ¿El motivo? Amenazar de muerte al juez Darío Herrera. Según la denuncia policial que realizó el árbitro, Acosta ingresó al vestuario de él y "comenzó a increparlo levantándole la voz diciéndole sic 'te voy a cagar a trompada, sos un soberbio de mierda sos un corrupto, estas en la joda. Si nos dirigis una vez más te voy a matar'".
Más atrás en el tiempo, el Laucha tuvo un cruce con Pablo Giralt, relator de la transmisión televisiva, tras un partido entre Boca y Lanús. Allí fue irónico respecto al juez Patricio Loustau diciendo que "es difícil con él", y previamente dejó entrever que la opinión del periodista cambiaba según el equipo. "No me podes preguntar si la jugada es para expulsión. Si era al revez, me decías que era para roja", cuestionó.
Y hasta se hizo viral en otra oportunidad. Después de un partido entre Temperley y Lanús en el que su equipo ganó y fue elegido como la figura del partido, le entregaron un premio y desató su furia en los micrófonos. "Son un desastre, me chupa un huevo este premio. Tello (por el juez principal) no puede dirigir más. Que no nos perjudiquen más", había dicho.
En 2014, después de un partido en Colombia por la Copa Libertadores, se cruzó con una periodista acusándola de no tener argumentos para cuestionarlo cuando había señalado que las jugadas dudosas estaban vinculadas a que el árbitro era brasileño. "Me da vergüenza que una mujer sea periodista así", le dijo yéndose al vestuario. El DT Guillermo Barros Schelotto tuvo que salir a pedir disculpas por él.
Los clásicos, desde ya, siempre han sido un partido cargado de tensiones para el ídolo. En la victoria de Banfield por 1 a 0 con gol de Julián Carranza, Acosta intercambio insultos con el DT del Taladro, Javier Sanguinetti. Y en 2015 fue expulsado en la cancha de Banfield y salió del campo provocando a los hinchas: se acarició el pecho, señalando que tenía frío.