Emocionado El ídolo de Banfield le puso fin a su carrera deportiva de casi 20 años en el club donde todo empezó y en el 1-1 ante Universidad vivió una jornada inolvidable.
Darío Cvitanich fue el hombre de la noche, y bien merecido lo tiene. Desde que anunció su retiro, todas las miradas se posaron en él y por eso el partido ante Universidad Católica pasó a segundo plano. Los hinchas de Banfield se acercaron al Florencio Sola para despedirlo y le armaron una hermosa fiesta.
Cvitanich es uno de los últimos ídolos de instituciones y tuvo su merecido reconocimiento, tanto antes como durante y después del 1-1 ante los ecuatorianos que dejó al Taladro sin chance de avanzar a los octavos de final de la Copa Sudamericana.
A los 20 minutos, y referencia al histórico número 20 que usó Darío durante su carrera, todo el Lecho se puso de pie y se unió en una ovación generalizada para el ídolo que se despedía. "Darío es de Banfield, y de Banfield no se va", retumbó desde los cuatro costados. Y a los 66, cuando el técnico Vivas decidió el ingreso de Jesús Dátolo, Cvitanich abandonó el campo bajo una lluvia de aplausos, saludándose con todos sus compañeros y con los ojos vidriados sin poder ocultar la emoción.
"No me quedo solamente con el reconocimiento de los hinchas, sino también el de todos mis compañeros puertas adentro. Los títulos son lindos, importantes en algún momento, pero la vida va por otro lado, es el día a día y me voy feliz por haber cosechado muchas más cosas que título, cosas a la que yo le doy más valor", comentó el hoy exdelantero, que se despidió del fútbol con un total de 482 partidos, 160 goles y cinco vueltas olímpicas. En Banfield, el club en el que más jugó y tres etapas diferentes, fueron en total 167 partidos y 66 goles, el último ante Talleres de Córdoba en la actual Copa de la Liga.
"Ahora voy a disfrutar un tiempo con la familia, le dedicaré tiempo a esos momentos perdidos que uno deja por este deporte y después empezaré una nueva vida muy contento y feliz porque elegí cómo hacerlo", comentó desde el césped del Florencio Sola en diálogo con ESPN tras la finalización del encuentro, con el que le puso punto final a una etapa. "Ahora se vendrá nuevos proyectos, algunos vinculados al fútbol y otros no", avisó.
LA DESPEDIDA
Algunos de sus últimos compañeros, con lo que compartió los minutos finales como futbolista profesional, no sólo lo reconocieron dentro del campo de juego, sino también en los micrófonos de la prensa.
Uno de ellos fue Jesús Dátolo, quien lo reemplazó a los 66 minutos y le dedicó el golazo de chilena que convirtió. "Darío es un compañero de toda la vida y le dediqué el gol porque es un gran profesional y mejor persona", señaló.
El también le dedicó unas palabras fue Guiliano Galoppo. "Darío fue un grande y todo lo que hizo es para sacarse el sombrero. Poder disfrutarlo con nosotros estos meses fue muy lindo", señaló en el programa radial Como te va (AM 550). Y concluyó: "En el día a día fue fantástico, un gran tipo, un gran profesional. A su edad seguía brindándose, dando todo. Cuando llegó al club se lesionó y no bajó los brazos para retirarse dentro de la cancha como él quería".