Solidaridad Florencia Alonzo decidió hacer un pedido público y aunque recibió muchos mensajes positivos y personas que compartieron la publicación espera más ayuda.
Un pedido en las redes sociales se viralizó ya que muchos vecinos comenzaron a compartir la publicación de Florencia Alonzo: la vecina de Banfield que escribió en un posteo de Facebook que su papá necesitaba un medicamento costoso.
"Papá tiene un hepatocarcinoma fase 4. No hay posibilidades de operar ni trasplantar, solo debe tomar medicación para evitar metástasis y prolongar su tiempo de vida", explicó la joven en diálogo con La Unión.
Como ella y su familia no quieren pedir dinero, decidieron recurrir a la solidaridad y a pedir la medicación que su papá requiere con urgencia. "Se necesita Espironolactona 100 miligramos para toma diaria de 200 miligramos. Cualquier cantidad será bienvenida ya que a papá le aumentaron la dosis de este diurético. Es algo costoso y pasó al doble de toma diaria, si alguien lo tiene y lo puede donar hasta que lo podamos comprar, es una súper ayuda", escribió Florencia en su muro de Facebook.
Se necesita Espironolactona 100 miligramos para toma diaria de 200 miligramos. Cualquier cantidad será bienvenida ya que a papá le aumentaron la dosis de este diurético.
Inmediatamente las respuestas llegaron, pero aún necesita que la sigan ayudando para que su papá pueda mantenerse en un buen estado y mejorar la calidad de vida.
"Mi papá era albañil y dada esta situación está declarado discapacitado. Se llama Calixto, pero en el Barrio Centenario, todos lo conocen como Carlitos. Es un hombre muy reconocido en la zona ya que hizo muchas casas, muchos hogares. Sus clientes al día de hoy lo vienen a visitar y están al pendiente", contó orgullosa la hija de Carlitos.
Los trámites para que Carlitos obtenga su pensión están recién en proceso, por eso el hombre está dependiendo de la ayuda de su hija y de la familia y amigos.
"Esta vez no pude comprar la medicación y la realidad es que no queremos pedir dinero. Creemos en la solidaridad y la comunidad y sabemos que lo que a algunos les sobra a otros nos hace falta. Entonces es una cadena de favores", aseguró Florencia sobre su decisión de contar en las redes lo que necesita su papá.
Por el momento se consiguió la medicación para dos meses, pero se trata de un tratamiento crónico: "Me emociona que la gente lo quiera tanto. Y al que no pueda ayudar siempre digo lo mismo, la buena energía que le manden ya es suficiente".
Carlitos, como lo conocen sus vecinos, llegó a los 19 años de Paraguay. Desde entonces al día de su diagnóstico nunca paró de trabajar: "Hizo de todo, es un verdadero luchador y por eso la gente lo quiere tanto".
Mi papá era albañil y dada esta situación está declarado discapacitado. Se llama Calixto, pero en el Barrio Centenario, todos lo conocen como Carlitos.
"Recuerdo todos esos días en que se iba a las seis de la mañana y volvía de noche de la obra con las manos ajadas del frío. Él me cargaba en hombros para que no pisara el barro los días de lluvia hasta la parada del colectivo", añadió con nostalgia la hija, quien además aseguró que su papá salvó la vida de dos compañeros de trabajo en dos ocasiones distintas: "Una en una obra enorme de un supermercado muy reconocido dónde su compañero recibió una descarga eléctrica que lo expulsó al precipicio y papá se tiró para salvarlo y la otra vez fue cuando un par de él se cayó a un pozo".
Como cada una de esas actitudes marcaron la personalidad de Carlitos, su hija y toda la familia consideran que al ser un tipo tan de ayudar al prójimo, aún a expensas de su propia vida, merece transitar está enfermedad con dignidad.