DÍA DE LA MEMORIA El lomense Mario Morán fue secuestrado en la puerta de su casa, cerca de Maipú y Alsina. Es uno de los impulsores de Sobrevivientes de la Tortura. "Volví de la muerte", asegura.
La última Dictadura militar en Argentina es, sin dudas, uno de los capítulos más dolorosos de la historia del país, que se vio manchada con la sangre de miles de desaparecidos. Muchos de los que lograron "volver de la muerte" se juntaron y crearon, en 2013, la asociación civil llamada Sobrevivientes de la Tortura con el objetivo de que nunca más se olvide lo que sucedió entre 1976 y 1983. El lomense Mario Morán es uno de los impulsores de la organización y contó su dura experiencia cuando fue secuestrado en su hogar en Banfield y torturado en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA).
"Nosotros realmente somos sobrevivientes de la tortura, como experiencia personal te puedo contar que soy un exdetenido desaparecido de la ESMA", empezó a relatar Mario, con una voz que aún dejaba entrever el inmenso dolor que debió atravesar en esos oscuros años. "Me llevaron de la puerta de mi casa de Banfield en enero de 1978, a tres cuadras de Maipú y Alsina, una zona muy castigada por la represión. Ya había dejado de militar hacía unos años en la Juventud Peronista (JP), que tenía una relación estrecha con los montoneros, pero quiero aclarar que no era montonero e igual me llevaron", acotó.
A Mario se lo llevaron de la puerta de su casa de Banfield en enero de 1978, a tres cuadras de Maipú y Alsina, "una zona muy castigada por la represión".
"Todo lo que se sabe y lo que no se sabe, nosotros lo vivimos desde adentro. Los años '70 deben ser analizados desde varios aspectos y una es este, con los expresos políticos que, hoy en día, llegan a ser cerca de 20 mil, y con los sobrevivientes de los diferentes campos de concentración", aseguró, y luego añadió: "Los enfrentamientos internos eran complicados porque uno no sabía de donde podía venir la delación o el pase de factura. La dirigencia tradicional del Partido Justicialista, en esa época, era difícil porque a los compañeros jóvenes nos acusaban mucho porque traíamos ideas que a ellos les parecían revoltosas".
"El detenido desaparecido volvió de la muerte, pero no volvimos porque quisimos, sino porque los autores de la masacre eran los que decidían quiénes vivían y quiénes no", dijo Mario, con profunda tristeza, quien además contó que su esposa Susana también fue secuestrada y que ambos "jamás le ocultaron la verdad de todo lo que pasó a su hijo".
Todo lo que se sabe y lo que no se sabe, nosotros lo vivimos desde adentro. El detenido desaparecido volvió de la muerte, pero no volvimos porque quisimos, sino porque los autores de la masacre eran los que decidían quiénes vivían y quiénes no.
Morán contó que, varios años después del proceso militar, estuvo en el Juzgado Federal Nº5, a cargo del Doctor Torres, donde en un juicio oral testimonió su paso por la ESMA de Banfield y cómo fue su detención.
Cabe resaltar que Sobrevivientes de la Tortura busca estar en la mayor cantidad de actos y lugares posibles con el objetivo de poder hablar y visibilizar los crímenes de Lesa Humanidad sucedidos en la Dictadura militar. "Somos la punta de un iceberg. Abajo hay una gran base que está en silencio y que la sociedad aún no conoce", resaltó Mario.
En Lomas y en varios puntos de zona Sur hay muchas personas sobrevivientes de las torturas, pero que muchos de ellos no cuentan sus experiencias "porque no quieren remover un pasado triste y doloroso o por no tener la fuerza para poder hacerlo".
Morán admitió que en Lomas y en varios puntos de zona Sur hay muchas personas sobrevivientes de las torturas, pero que muchos de ellos no cuentan sus experiencias "porque no quieren remover un pasado triste y doloroso o por no tener la fuerza para poder hacerlo".
Sobrevivientes de la Tortura, que primeramente empezó con un grupo de 30 personas y que se fue reduciendo por lamentables fallecimientos (en muchos casos por culpa de las secuelas psíquicas y físicas de las torturas), trabaja presencialmente en lo que fue la Brigada de Investigaciones de Avellaneda, actualmente el Centro de Derechos Humanos, y da charlas en diferentes universidades. "Luchamos porque el Estado nos de un espacio para contar nuestro calvario, como así lo tienen y bien merecido los héroes de Malvinas o las Abuelas de Plaza de Mayo, porque somos los protagonistas en primera persona", cerró.