HECHOS A LÁPIZ Yesica Ortega vivió en Lomas y perfeccionó por su cuenta su capacidad para dibujar. Su técnica a lápiz le sirve para que el arte sea un ingreso económico.
Dibujar es su vida y así lo refleja en cada uno de los trabajos que lleva adelante con esfuerzo y dedicación. Yesica Ortega tiene 22 años, supo vivir en Lomas y el arte es su cable a tierra, por lo que decidió comenzar a hacer retratos y venderlos para ganarse la vida a diario. Sueña con vivir exclusivamente del arte y lucha a diario por hacerlo realidad.
Yesica nació en Paraguay, se mudó a Argentina y de más adolescente vivió en Lomas, donde muchos vecinos la ayudaron y la contuvieron en un país que no era el suyo. Lo cierto es que, en el comienzo de la pandemia, se quedó sin trabajo y sacó a relucir una pasión que tenía escondida desde muy chica: el dibujo y el amor por los lápices y las hojas.
Desde muy niña me gustaba dibujar, me acuerdo que siempre guardaba hojas en blanco para que pueda usar cuando quiera. Ya de más grande, en ese momento de desesperación por haberme quedado sin trabajo y no tener ingresos, acudí al arte como forma de vida.
"Desde muy niña me gustaba dibujar, me acuerdo que siempre guardaba hojas en blanco para que pueda usar cuando quiera. Ya de más grande, en ese momento de desesperación por haberme quedado sin trabajo y no tener ingresos, acudí al arte como forma de vida", explicó Skyler, como se hace llamar y de la manera que firma sus creaciones. Así, cuando vivía en Lomas, empezó a aprender más sobre el dibujo: comenzó a copiar fotos, con un especial foco en los retratos a lápiz para poder vender, con el objetivo de tener un ingreso económico.
En los momentos de descanso que tengo en el trabajo me la paso haciendo retratos, perfecciono mi técnica una y otra vez para poder mejorar y que cada vez me salgan más realistas.
Actualmente se mudó a Villa Devoto ya que trabaja en una casa de mucama y niñera. Lo cierto es que dicho trabajo no le alcanza para poder vivir holgadamente y sigue haciendo los dibujos. "En los momentos de descanso que tengo en el trabajo me la paso haciendo retratos, perfecciono mi técnica una y otra vez para poder mejorar y que cada vez me salgan más realistas", admitió. Un verdadero ejemplo de perseverancia.
Ortega contó que los retratos realistas que vende, en tamaño hoja A4, cuestan mil pesos, aunque "hago promociones si son más de uno". También explicó que hay clientes que le encargan dibujos sin tantos detalles y más sencillos, por lo que esos los cobra más baratos, a un precio de $500 por retrato.
Los retratos realistas que vende Yesica, en tamaño hoja A4, cuestan mil pesos, aunque "hago promociones si son más de uno". También explicó que hay clientes que le encargan dibujos sin tantos detalles y más sencillos, por lo que esos los cobra más baratos, a un precio de $500 por retrato.
"Estar en contacto con un lápiz y una hoja es lo que más me gusta, en ese momento el resto no importa. Dibujar me tranquiliza, me alegra, es un mundo en el cual me puedo refugiar. En el día de mañana me gustaría solamente vivir del arte, es mi sueño", concluyó.
Los vecinos que quieran encargarle a Yesica algún retrato pueden hacerlo a través de su Instagram, donde además podrán visualizar algunos de sus trabajos.