MATES, MACETAS Y MÁS Mónica y Mariela Caramelo encontraron en las técnicas de cerámica, mosaiquismo y vitrofusión una forma de ocupar su tiempo y un emprendimiento laboral.
Mónica Caramelo es una docente lomense que se jubiló unos meses antes de que comenzara la pandemia y de que el Coronavirus llegara a Argentina. Sin saberlo, el arte iba a ser un refugio en su vida, en medio de la cuarentena y la crisis producida por la pandemia: junto a su hermana Mariela, que es profesora de plástica, crearon un emprendimiento de manualidades hechas con técnicas de cerámica, mosaiquismo y vitrofusión, donde también fomentan el reciclado y colaboran con el medio ambiente.
"Gracias al arte ocupo mi tiempo y no pienso en cosas negativas", reflejó Mónica, muy entusiasmada con el proyecto.
La pandemia postergó los sueños que tenía la lomense Mónica Caramelo para la nueva etapa que se le presentó en su vida. Es que, en septiembre de 2019 se jubiló y planeó un 2020 para disfrutar y, por qué no, viajar. Pero el Covid-19 la sorprendió, con cuarentena y restricciones para evitar contagios, y la lomense se refugió en el arte para pasar lo mejor posible cada día.
Gracias al arte ocupo mi tiempo y no pienso en cosas negativas.
"En febrero comencé con un curso de cerámica artesanal y lo terminé en marzo, ya virtualmente. Conseguí los materiales e hice mis primeros trabajos en la mesa de mi casa", contó Caramelo.
"Me compré un horno especializado para cocinar las piezas y mudé todo a una especie de taller. Con mi hermana Mariela, que es profesora de arte y conocedora de muchas técnicas, decidimos armar nuestro emprendimiento personal", explicó Mónica acerca del inicio de Caramelarte M y M.
Nuestra labor también está emparentada al reciclado y el cuidado del medio ambiente, porque muchos de los materiales que usamos se pueden encontrar en la calle, como cerámicas, azulejos o botellas.
Mates personalizados, macetas decoradas, marcos de espejos y llamadores de ángeles son algunos de los trabajos que hacen Mónica y Marianela, ideales para decorar el hogar o hacer un obsequio. "Ofrecimos nuestros trabajos artesanales por las redes sociales y por el boca a boca, la verdad tuvimos mucho éxito", agregó.
"Nuestra labor también está emparentada al reciclado y el cuidado del medio ambiente, porque muchos de los materiales que usamos se pueden encontrar en la calle, como cerámicas, azulejos o botellas", contó Mariela Caramelo, la otra integrante de este proyecto.
Este emprendimiento me permitió generar un ingreso y no bajar los brazos en este momento delicado.
"Este emprendimiento me permitió generar un ingreso y no bajar los brazos en este momento delicado, tengo una actividad con la que ocupo mi tiempo y, gracias al arte, no pienso en cosas negativas", dijo Mónica sobre la satisfacción interna que le genera Caramelarte M y M.
"Gracias a este trabajo pudimos ingresar a los hogares de familias que no conocemos. Es un desafío y una muestra de que se puede vivir del arte y las manualidades", concluyó Mariela.
Cabe destacar que, tanto Mónica como Marianela, ya participaron en dos ferias de artesanos, donde se juntaron alimentos no perecederos que fueron destinados a Casa MANU de Monte Grande.