GRUPO HUMANO Se exceden del aprendizaje y abordan temas emocionales y personales. Comparten el día, se alientan en momentos duros y celebran la felicidad de su compañero.
Cuando la virtualidad se vuelve un aliado en medio de la pandemia. La reconocida escritora lomense Laura Massolo dicta talleres de escritura, narrativa y poesía, y en medio de la cuarentena notó ciertos matices que le llamaron la atención de forma positiva: estos grupos humanos, además de estar muy comprometidos con los contenidos, se exceden del aprendizaje y abordan temas emocionales y personales. "Se contienen mutuamente, se dan fuerzas cuando alguien tiene Coronavirus o pierden a algún familiar por la enfermedad", contó, muy feliz por lo conseguido.
La escritora lomense Laura Massolo se adaptó a la virtualidad y gracias a eso pudo continuar con los talleres que brinda hace más de 25 años. Pero, a lo largo de su exitosa carrera, admitió que nunca le pasó de disfrutar tanto de un taller como el que dicta en medio de la pandemia: es que, además de enseñar, es parte de un grupo humano con felicidades, tristezas, logros y frustraciones. "De temas duros como el Coronavirus y la pérdida de un familiar a la alegría de contar el avance de un hijo. La contención y el apoyo que hay son increíbles", sostuvo Laura.
De temas duros como el Coronavirus y la pérdida de un familiar a la alegría de contar el avance de un hijo. La contención y el apoyo que hay son increíbles.
"Están conectados entre sí todos los días por WhatsApp y se cuentan un montón de cosas que exceden los temas del taller, se forjaron vínculos muy fuertes y ya no son simples compañeros", explicó la escritora, que rápidamente agregó que también esperan con muchas ansias los días miércoles, que es cuando se juntan por Google Meet para la clase semanal, donde incluso muchos vuelcan en sus trabajos estas vivencias personales.
"Lo que más me sorprende es que, además de todo lo emocional y personal, están muy comprometidos con el aprendizaje en las letras y todos tienen crecimientos importantes en la escritura", resaltó.
Se forjaron vínculos muy fuertes y ya no son simples compañeros.
Massolo explicó que "la vida virtual es un estilo muy lindo y aceptable" y que le permite poder tener contacto, desde Turdera (donde ella vive), con alumnos de diferentes partes del país, como Bariloche, San Luis, Córdoba y zona Norte.
"Pienso seguir con la virtualidad, incluso cuando se vuelva a la presencialidad. Tengo muchas más libertades y me gusta la participación que se logra. Fue una novedad y una sorpresa sumamente positiva", finalizó, emocionada en cada una de sus palabras.