CULTURA Esta semana comenzará la última etapa de las obras para que la sala pueda cumplir los protocolos contra el Covid-19. Los trabajos estarían terminados a mediados de marzo.
El Teatro El Refugio sigue apostando a recuperar aunque sea un poco de aquella normalidad que en marzo de 2020 perdió por culpa de la pandemia. Esta semana, en la sala de Banfield comenzarán las últimas obras para que a mediados del próximo mes o principios de abril el espacio pueda volver a ofrecer shows y recitales en vivo puertas adentro.
El proyecto apunta a que el teatro pueda cumplir todos los protocolos Covid-19 requeridos por el Gobierno de la provincia de Buenos Aires. Según confió Daniel Bastías, su director, en estos días se instalarán dos grandes ventanales en la parte de atrás del escenario para lograr la circulación de aire que hoy el edificio no tiene, por sus características.
"El Refugio es como un tubo. La sala es una sala de teatro convencional, que no tiene circulación de aire natural. Si bien tenemos ventiladores, no están permitidos. Entonces lo que vamos a hacer es romper la pared del fondo para instalar dos ventanales, que quedarán abiertos durante cada show o actividad que se haga adentro", precisó Bastías.
En el Teatro semanas atrás ya habían arrancado los trabajos para adecuar sus instalaciones. El escenario fue agrandado para que los artistas puedan tener un mayor distanciamiento. Ahora restan los últimos detalles. Los arreglos fueron posibles gracias a dos subsidios del Fondo Especial para la reactivación cultural y turística que recibió la sala.
"Ahora, con esta segunda etapa esperamos reconvertirnos. Durante el verano estuvimos laburando bárbaro en la vereda, con mesas de 2, 3 y 4 personas, con una capacidad total de 60 personas, pero ahora viene el invierno y la época de lluvias, y pensamos que tenemos que pasar sí o sí adentro sino el espacio no se va a poder sostener", admite Bastías.
Este fin de semana largo, por ejemplo, las reservas en El Refugio para los cuatro días están agotadas. A pesar de la buena noticia, Bastías cada vez que mira el pronóstico se agarra la cabeza. "Pienso 'chau, tenemos que cancelar todo si el clima no cambia'", admite. Y dice: "Así no podemos estar, porque es un lío tanto para los artistas como para nosotros".
En la vereda, además, tienen otro problema. La sala no cobra entrada como lo hacía históricamente y todos shows son a la gorra. Y si bien hay artistas que donan desinteresadamente lo recaudado, el Refugio no puede sostener todos sus gastos únicamente con las consumiciones de sus asistentes. "Se nos hace difícil", reconoce el director
"Cuando vos trabajás puertas adentro, trabajás 70/30, por lo menos te queda un 30% de las entradas, más las consumiciones. Hoy estamos trabajando solo con 60 personas y dependemos de cuántas cervezas o cuántos sánguches consuman, porque lo que juntamos a la gorra se lo dejamos al artista", detalla.
PENSANDO EN EL FUTURO
Ante esta situación los responsables de la sala se decidieron. "Además porque en la sala podemos volver a hacer teatro que en la vereda no estamos haciendo. Nuestro fuerte siempre fue el teatro, tenemos obras propias, obras que vienen de afuera, y también talleres que hoy no los estamos haciendo por no poder cumplir con los protocolos", aclara.
Si todo sale bien la idea del director del Refugio es que "a mediados de marzo" la sala pueda retomar su actividad puertas adentro. "Es una apuesta más que hacemos. El último show en el Refugio fue el 7 de marzo. Estamos a casi un año de esa fecha y para un teatro sostenerse de esta manera y en estas condiciones es terrible, muy duro", insiste.
"Si llegamos hasta acá fue de puro corazón y por el apoyo y la ayuda de la gente que fue increíble. La esperanza que tenemos es que esto a mediados de año o agosto vuelva a una relativa normalidad. Si sigue así como estamos hoy, El Refugio no va a poder seguir, ya se nos acaban los fondos, los subsidios y no alcanza nada para sostenerlo", advirtió.