SIN RESPUESTAS A casi dos meses de que el joven de Albertina fuera hallado sin vida en la Reserva Ecológica de la Costanera Sur, sus hermanos denuncian que no hay avances en la investigación.
A casi dos meses del hallazgo del cuerpo sin vida de Franco Martínez en la Reserva Ecológica de la Costanera Sur, la familia del joven de Albertina sigue buscando incansablemente respuestas que la Justicia no ofrece. Todavía no hay novedades de los peritajes de su celular, y aún no aparecen las imágenes de las cámaras de seguridad de la Ciudad de Buenos Aires.
Sus hermanos continúan haciendo lo imposible para llegar a la verdad. Sin embargo, la causa que hoy está en manos de la Fiscalía N° 11, a cargo de Daniel Alejandro Togni, no se mueve. La investigación parecería completamente paralizada. Al menos así lo denuncian los allegados de Franco: la ausencia total de nuevas pruebas y medidas les dan la razón.
Sebastián Martínez, hermano de Franco, es tajante al respecto. "Ya van 53 días sin tener acceso a las cámaras de seguridad, 53 días desde que la Justicia tiene su celular y no hace nada. 81 días desde que se llevaron su netbook. Quiero saber qué pasó con mi hermano, quiero saber qué pasó con Franco. Hace 53 días que su cuerpo sigue en la morgue", sentenció.
Para Sebastián lo que sucede actualmente con la investigación es clarísimo: "El fiscal Togni está durmiendo la causa", resalta. "Queremos tener una audiencia con él para que nos explique por qué no hay avances", agregó. La desesperación de los hermanos de Franco crece porque varias de las medidas que solicitaron aún no fueron autorizadas.
Quince días atrás, Lissete Martínez le había confiado a La Unión que estaban "igual que el día uno". Y hoy siguen así. Para colmo la fiscalía los empezó a apurar porque les dice que el tiempo de preservación del cuerpo se les está acabando, y si no presentan un perito de parte, amenazan con cerrar el caso como si fuese un suicidio.
"¿Cómo puede ser, la causa no avanza y a nosotros nos apuran?", se preguntó Lissete con indignación.
Franco salió de su casa el 23 de julio a las 17.10 y en su poder tenía dos permisos, uno para ir a Capital y otro para volver. Según las pruebas disponibles hasta el momento, primero viajó hasta Puente La Noria, cargó la SUBE con $100 y se subió a un colectivo de la línea 20. Sus hermanos creen que podría haber viajado hasta la zona Retiro, pero aún hoy no hay forma de probarlo.
"Él llegó a la Ciudad de Buenos Aries y allí no sabemos lo que pasó. La policía de la Ciudad no está aportando las cámaras, que están pedidas desde el 16 de agosto. Al día de hoy la querella no tiene acceso a las cámaras para saber qué hizo Franco al bajarse del colectivo y saber dónde se bajó exactamente", explicó el abogado de la familia, Alejandro Biondini.
Desde ahí, hasta que su cuerpo apareció ahorcado alrededor de las 18.50 del jueves 21 de agosto en la Reserva Ecológica no hay más información, y todo es poco claro. Varias datos les llamaron la atención a la familia: "El nudo, la posición del cuerpo, marcas que tiene el cuerpo que nosotros observamos, que las corroboró el primer médico que intervino que son marcas que no se condicen con un suicidio", ejemplificó el letrado.
También el horario y el contexto en el que supuestamente ocurrió todo, si su muerte se produjo el mismo 23 de junio. "Ese día era un día de lluvia, y la visibilidad en el lugar es nula. Supongamos que una persona entra con una intención suicida, hubiera entrado con algún elemento de ayuda, con alguna linterna o alguna luz", hipotetizó.
La Reserva, además, por la pandemia se encontraba cerrada. ¿Cómo hizo para entrar sin que lo vieran cuando los dos lugares de acceso están custodiados con personal de la Policía de la Ciudad y seguridad privada? "El único acceso viable que existe, se puede tomar ingresando a través de la villa Rodrigo Bueno. Hay que ingresar por un tejido que está roto, seguir por un sendero, y ¿cómo hizo para saber que existía ese lugar si Franco nunca visitó la reserva?", deslizó Biondini.
Ante todas esas dudas y la falta de respuestas, la familia está pensando en organizar una manifestación en la Ciudad de Buenos Aires para pedir que la Justicia empiece a mostrar avances. A principios de mes, sus hermanos, se manifestaron con carteles en la puerta de la Reserva, pero la intención ahora es organizar algo más grande. "Pareciera que es necesario un tipo de presión para que puedan haber avances en la causa", cerró Nicolás.