lomas El histórico Centro VAE trabaja con pequeños con capacidades diferentes y lograron sostener el progreso de los alumnos pese a la pandemia.
El centro VAE es una institución lomense que cumple un rol muy importante en la sociedad, ya que brindan atención, cuidado, salud y educación a chicos con capacidades diferentes. En medio de la pandemia, se reinventaron como tantos otros y siguen en contacto permanente con los alumnos gracias a la virtualidad, un desafío para una institución con más de 20 años de trayectoria. Susana Veneziale, la fundadora y la directora general, contó sobre la labor de todo su equipo para que los chicos continúen con su proceso de aprendizaje, con el deseo de que se pueda volver pronto a la presencialidad.
El Centro de Día (ubicado en Yrigoyen 10802) funciona hace 21 años en Temperley y se dedica a la salud de vecinos con capacidades diferentes, complementándose con la educación especial. La institución trabaja con aproximadamente 100 chicos con dificultades motoras, mentales, ciegos y algunos con problemas alimenticios. "Tenemos 50 empleados, es decir, un profesional cada dos chicos", dijo la directora sobre la manera de trabajar, con el foco puesto en la atención y el cuidado de cada chico.
En medio de la pandemia, donde la presencialidad quedó de lado y la virtualidad tomó un rol fundamental, VAE tuvo que reinventarse para mantener el contacto con los chicos, tan importante para los avances y progresos de cada uno. A través de la plataforma Zoom dictan las clases y las actividades todos los días, como así también mantienen el vínculo con los padres.
El Centro de Día (ubicado en Yrigoyen 10802) funciona hace 21 años en Temperley y se dedica a la salud de vecinos con capacidades diferentes, complementándose con la educación especial. La institución trabaja con aproximadamente 100 chicos con dificultades motoras, mentales, ciegos y algunos con problemas alimenticios.
Divididos en grupos de diez chicos, las orientadoras dictan las clases de forma online, más dinámicas a las que se daban de forma presencial, con el fin de que los alumnos no se aburran y no pierdan la concentración tan fácilmente. "Le dimos mucha importancia a la educación física, la música y el folclore, porque todo lo referido a la motricidad es más cómodo para ellos", añadió Lucía Fernández, también integrante de la dirección de la institución.
"La atención con los chicos es excelente y las evoluciones que muestran con el transcurso de los meses es increíble", contó la lomense de 62 años.
Nuestro trabajo se caracteriza por tener mucho del contacto humano y emoción. Los chicos necesitan ver y recibir afecto de sus compañeros y sus orientadores, eso se perdió de un día para el otro.
Desde VAE explicaron que no todos los chicos tienen la conectividad asegurada para participar de todas las actividades, es por eso que la institución se encarga de que les llegue un cuadernillo con las tareas, con el objetivo de que mantengan la continuidad pedagógica y mantengan el contacto con el centro.
"Nuestro trabajo se caracteriza por tener mucho del contacto humano y emoción. Los chicos necesitan ver y recibir afecto de sus compañeros y sus orientadores, eso se perdió de un día para el otro", se lamentó Susana, que admitió que los padres les cuentan que, todas las mañanas, sus hijos agarran la mochila para ir al centro.
Pero el trabajo del Centro VAE no termina ahí. "Todos los meses hacemos una compra bastante grande de alimentos y armamos bolsones para repartir a todas las familias, muchas de ellas bastantes humildes. Las combis se encargan de llevarlo a cada domicilio y lo llevamos a cabo desde marzo", detalló Lucía.
Al ser consultada sobre una posible vuelta a la presencialidad, Susana dijo que su trabajo en la salud de los chicos es "esencial para la contención y el cariño, por lo que es necesario compartir un mismo espacio físico". Desde la institución ya pensaron en una posible vuelta, con días y horarios distintos para los grupos de chicos, además de todos los cuidados para evitar los contagios y la propagación del Coronavirus.
Sería muy lindo, si es que se puede, que para diciembre nos podamos volver a ver y cerrar el año con el contacto humano, para todos sería muy importante y emocionante.
"Para nosotros, los chicos son lo más", contó Lucía, mientras que Susana, para finalizar, admitió un deseo: "Sería muy lindo, si es que se puede, que para diciembre nos podamos volver a ver y cerrar el año con el contacto humano, para todos sería muy importante y emocionante".