La Unión | ESPECTÁCULOS

Una década sin Jorge Guinzburg

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El recuerdo a este verdadero talento y genial entrevistador que comenzó ganándose la vida como tachero y tiempo después revolucionó la forma de hacer televisión a partir de los ‘80.

Jorge Guinzburg fue, probablemente, el mejor repentizador que tuvo la televisión argentina por su enorme capacidad de repreguntar con una enorme sagacidad en sus entrevistas en los diversos ciclos que lo tuvieron como protagonista.

En “La noticia rebelde”, donde compartió la conducción con Adolfo Castelo, Carlos Abrevaya & Cía., llegó a instalar la pregunta “Rompiendo el cubito”, arremetiendo si piedad contra el entrevistado, a modo de extraer una gran respuesta al inicio de la entrevista.

De esta forma, con Abrebaya como socio, no dudaron en preguntarle a Pappo si no se avergonzaba de seguir haciendo su duro personaje al borde de los 40 o también incomodar a Silvestre, por su pasada relación con Andrea del Boca, cuando la actriz era menor de edad, entre otros.

Antas de saltar a la televisión, el “Petiso” fue taxista, abandonó un par de carreras y comenzó a ganarse la vida como creativo publicitario y guionista de programas de radio y de

televisión.

Su salto a las ligas mayores fue en “La noticia rebelde”, un programa que rompió con los moldes de la televisión de la emergente nueva etapa democrática. Este ciclo fue la semilla de “QCQ”, admitido por el propio Mario Pergolini.

En los ‘90, junto con Fontova, arremetió con “Peor es nada”, donde se animó a su versión de actor cómico y encarnar extraños personajes, incluyendo sus clásicos reportajes con la incisiva pregunta de “la primera vez” a cada entrevistado, en tiempos en que el sexo aún era tabú en la televisión.

Colaborando en medios escritos y hasta incursionando en el teatro de revista como monologista, siguió brillando en la pantalla chica con “El club de la comedia”, “La Biblia y el Calefón” y “Mañanas informales”, al margen de su vuelta a la radio en Mitre.

Apasionado hincha de Vélez, padre de cuatro hijos y con una chispa envidiable, la salud comenzó a jugarle una mala pasada, sumado al asma que sufría desde su niñez. Jorge Guinzburg falleció a los 59 años, hace exactamente 10 años, el 12 de marzo de 2008, cuatro días antes del comienzo previsto para la cuarta temporada de “Mañanas informales”, el ciclo que inauguró los magazines de la segunda mañana.

El “Petiso” fue uno de los grandes innovadores de la televisión a partir de los ‘80, dejó una huella y creó una escuela. A 10 años de su muerte, se lo extraña cada día más.

 

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