¡Socorro, los chicos de vacaciones!
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POR Susana Alfajoretti
El más grande y la más chica
Sí, sí, en San Martín de los Andes estamos. La verdad que la pegamos con el cupón ese de promociones, no me acuerdo cómo se llaman. Mirá sin el coso ese de descuento, no nos podíamos ir ni a pie a Luján.
¿Si es lindo?, sí, nena, es precioso acá, conocíamos Bariloche pero este lugar, divino, como de ensueño, viste, el lago y todo eso, además la hotel no está nada mal. Mañana ya tenemos una excursión.
Ya tenías que salir vos preguntando por los chicos, qué ganas de ser cortamambo que tenés vos, ¿eh?, no podés con tu genio, querida.
El más grande está cada día más bestia animal y no entiende absolutamente nada de nada, para este animalito todo es un embole y dice que acá está lleno de viejos, claro para este pibe es viejo alguien de más de 30 años. También jorobaba con que no quería venir, porque en unos meses se va a Bariloche y que es lo mismo, pero con boliches y joda.
Además, el muy pollerudo está todo el día con el telefonito mandándole mensajes a su noviecita, si esa chiruza que a mí no me gusta ni un poco. Tan chico y tan dominado, el pajarón. ¿La nena?, ella está en su propio mambo, en un cumulus limbus, pero no jode. Ella se copa con la ecología, los paisajes, los pajaritos y quiere ir a los museos, investigar la historia de lugar. Además, sigue con esa pavada de ser vegetariana, se cree que es Lisa Simpson, pero la prefiero antes que al otro. Igual son el hambre y las ganitas de comer.
Mi marido se relaja, ¿cómo te gusta preguntar por mi marido a vos, eh?, que cosa. Bueno, él dice que los chicos están en esa etapa y que hay que dejarlos en la suya, él la tiene más clara que yo. Bueno querida, te voy dejando que cuando me llegue la factura del celular con la larga distancia me voy a querer cortar las ve