¿Qué país deja Macri?

Mundos personales.

En menos de cuatro años, el gobierno de Mauricio Macri pudo poner la economía nacional patas para arriba. Ni un índice positivo que, lejos de ser números, se respiran en la calle con un descontento social que se hizo escuchar en agosto y se revalidó en estas elecciones generales.

Vamos al bolsillo de los argentinos. Según los últimos datos del Indec, septiembre fue el peor mes del año en materia de inflación: los precios aumentaron 5,9%, lo que equivale a una suba del 53,5% en los últimos 12 meses. No hubo en este segmento ninguna medida de alivio que sirviera para detener la constante pérdida de poder adquisitivo.

De la mano del aumento de precios de la canasta básica viene el incremento de la pobreza, principal factor por el que Macri pidió ser juzgado durante su mandato. El Indec informó que en el primer semestre de 2019 el número de personas por debajo de la línea de pobreza creció al 35,4%, frente al 27,3% del mismo período de 2018. La cifra representa unos 15,9 millones de personas en todo el país, cuyos ingresos no alcanzan para cubrir los servicios básicos: quedan fuera del sistema.

Y cada vez que sube el dólar, esto se pone peor. Para el Observatorio de Deuda Social de la UCA, para fin de año, la pobreza podría llegar al 38% por el impacto de la brusca devaluación tras las PASO, pero sin tener en cuenta ni siquiera los casi $5 que subió el dólar la semana pasada.

Tener empleo se convirtió en un privilegio: el 10,6% de la población no tiene trabajo. Es la última cifra oficial sobre el segundo trimestre, el peor número que alcanzó el Gobierno. Es que la actividad económica ingresó en un período recesivo en 12 de los últimos 15 meses.

No se consume, no se vende, hay sobrestock, no se produce, comienzan los despidos. La rueda del apagón de la economía que conocemos todos.

¿Y los servicios? Parece un tema antiguo por el congelamiento de los últimos meses, pero los argentinos soportamos en estos casi cuatro años aumentos del 1.500% en materia de gas, luz y agua.

“No dejan un país muy complicado”, dijo durante la campaña Alberto Fernández, quien se planteó como primeras medidas un pacto social y garantizar la alimentación. “Un pibe que no come no tiene futuro”, sentenció la semana pasada. Tarea difícil: más de la mitad de los chicos entre 0 y 14 años es pobre.

Esta radiografía quedará viejísima para diciembre, cuando asuma el nuevo gobierno. Para noviembre no hay noticias alentadoras, y menos con un mercado financiero plagado de especulación. Es entonces, a fin de año, cuando sabremos qué país deja Ma