El mecánico acusado por un cliente que no le quiso pagar: "La víctima soy yo"

El mecánico de Villa Rita que había sido acusado de amenazar a un cliente que se negó a pagar el precio del trabajo realizado a su auto, aduciendo que se trataba de una estafa, se defendió de los dichos en su contra, y sostuvo su inocencia.

"Acá la víctima soy yo, le arreglé un auto Bora desarmado, le hice media tapa de cilindro y el turbo, no cobré un peso, y encima me difamaron", expresó Omar, el trabajador afectado por la falsa denuncia, que en diálogo con La Unión dio detalles del escándalo que lo afectó en su ámbito laboral.

Según contó, todo comenzó el 29 de agosto pasado, cuando una persona se comunicó con él, con la intención de contratarlo para el arreglo de su vehículo. En ese entonces, todavía no sabía la pesadilla que iba a padecer días más tarde, cuando realizó su trabajo.

"Cuando termino de arreglar el auto y lo dejo andando, lo viene a buscar y me dice de transferirme $60,6 mil, pero siempre estuvo claro que el presupuesto era de $600 mil. Y así y todo no me transfirió nada", expresó.

Fue a partir de ahí que lo que empezó como una aparente discrepancia, pasó a ser un escándalo, con la presencia de la Policía. Sin embargo, desmintió haber amenazado a la otra parte. "Eso jamás pasó", afirmó.

"Hasta el remolque le tuve que hacer, porque el auto no andaba. ¿En qué cabeza cabe que ese tipo de laburo valga $60 mil?", lamentó Omar, que además de todo, fue denunciado por "amenazas" en el Destacamento de Villa Rita.

Además, remarcó que habían llegado a un acuerdo, que tampoco fue respetado por el denunciante. "Quedamos en que el auto se quedaba en el taller, hasta que consiguiera la plata para pagarme, cerró todo y se fue, pero al otro día fue a la comisaría", indicó.

En diálogo con este medio, se mostró angustiado por las graves consecuencias para su trabajo por las difamaciones. "Hace un mes que no viene nadie a mi taller, por culpa de esta gente, que encima se burló de mi en la comisaría", recordó.

Su lugar de trabajo, ubicado sobre la calle Homero, es el mismo lugar donde atiende desde 1999. "Nunca me pasó algo así, tengo un taller de barrio con un montón de clientes que jamás se quejaron", manifestó. Además, compartió un video del día del hecho, en el que describe a la perfección la sensación que sintió el día en el que se sintió estafado: "Los trabajadores no tenemos derechos, los tiene la gente sin vergüenza".