Convocan a una manifestación contra los mutiladores de Turdera
ESCRACHE. La familia acusada de torturar animales adoptó nuevas mascotas que corren riesgo. Seguirían con las mismas macabras prácticas del pasado.
Los proteccionistas de animales que hacen el seguimiento del macabro Clan Duque Rojas, organizan a una nueva manifestación, ahora en el barrio porteño de Mataderos, donde estarían viviendo.
La nueva convocatoria está prevista para el próximo sábado a partir de las 14 en Tandil 5704, donde la familia acusada de torturar perros y gatos en Turdera y Monte Grande, ahora adoptaron nuevas mascotas.
Leonela Barros, una de las activistas que visibilizó los graves casos de maltrato animal que se les atribuye a los acusados, manifestó a La Unión su temor de que sigan con las mismas prácticas sádicas que habrían cometido en el pasado.
La última movilización fue llevada a cabo el pasado 25 de julio, cuando se concentraron en la puerta de una clínica de Lanús para escrachar a Luz Mariela Rojas Duque, quien habría trabajado en el lugar como pediatra. A pesar del repudio, seguirían con el mismo modus operandi.
De acuerdo a la reconstrucción de los casos anteriores, los Duque Rojas se hacían pasar por rescatistas de animales callejeros, a los que adoptaban para después mutilar, y después publicar las fotos en las redes sociales con el fin de pedir ayuda para su tratamiento.
Días atrás, este medio accedió a imágenes recientes de S. M., la menor integrante del clan con un gato, lo que generó inmediatamente la preocupación. Además, en varios mensajes confesó que sus familiares siguen "matando animales". Se trata de la joven que habría sido abusada, y que, a pesar de eso, todavía vive en la misma casa.
El caso de las mutiladoras de Turdera comenzó con un allanamiento en una casa de la calle Agüero al 300, donde encontraron varios animales rescatados en muy malas condiciones. Sorpresivamente, el Juzgado de Garantías 8 de Lomas de Zamora resolvió archivar la causa, aunque las denunciantes siguieron.
Luego de una breve estadía en Monte Grande, se mudaron a San Telmo. Hasta allí fueron los rescatistas de animales para escracharlos.
En enero pasado, la pediatra viajaba todos los fines de semana a la Costa Atlántica, para cubrir guardias pediátricas con un régimen horario de 36 horas, hasta que la despidieron al conocer sus antecedentes, según informó el portal de noticias local de noticias Minuto G.