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Mamá del nene asesinado en Lomas: "Jamás creí que lo tocaría'"

ROMPIÓ EL SILENCIO. Natalia, la madre de Joaquín Ruffo, contó detalles del calvario que vivió con Alejandro: "Era agarrarme, ponerme contra una pared, decirme 'Yo voy a cambiar, perdoname'".

La familia unida años atrs

La familia unida, años atrás.

La madre de Joaquín Ruffo, el nene asesinado por su propio padre, rompió el silencio y habló por primera vez sobre el cruel homicidio que conmocionó a Lomas de Zamora. Dio detalles del vínculo con su marido, relató la violencia psicológica a la que estuvo sometida y pidió justicia por su hijo.

Dos semanas después del hecho, Natalia Ciak juntó fuerzas y puso en palabras el calvario que vivió al lado de su esposo, Alejandro Ruffo, quien asesinó a su Joaquín asfixiándolo con una almohada en la casa que compartían en Díaz Vélez y Loria.

"Nos estábamos separando, él no era algo que admitía. Habíamos empezado hacía un mes y medio. Yo le llamaba terapia familiar porque él no había forma de que quisiera ir a terapia. Él era una persona, como me dijo la psicóloga en este momento, narcisista. Él me había dicho, 'dame 10 días que me voy'. Confié en eso. No tenía ningún tipo de señal, más allá de la violencia verbal hacia mi persona. Sí, mucha vehemencia o nerviosismo", recordó Natalia en una extensa entrevista con Para Ti.

En la misma línea, agregó: "Yo estaba hablando con un abogado porque yo ese día me iba a ir de casa, pero él no lo sabía. Porque después de recibir toda esa agresión me dije 'Yo me voy a vivir con el nene, tranquila, a otro lado hasta que él deje el hogar'". 

Ante las versiones que circularon, Natalia aclaró que "él no es psiquiátrico, para nada", pero señaló que "en los últimos dos años tuvo un cambio bastante rotundo, de alejamiento social". Además, si bien Alejandro había compartido varias fotos de distintos momentos con su hijo en redes sociales, Natalia reveló que "nunca fue un padre amoroso ni que quisiera vincularse con Joaqui". En ese contexto, empezaron "peleas y discusiones" de manera constante. "A él, de repente, le empezó a molestar todo. (...) Yo ya me había hartado de eso", aseguró.

Natalia tomó la decisión de cortar el vínculo, pero su esposo se negaba a divorciarse. "Hacía ya dos años que yo le decía 'Me quiero separar, me quiero separar'. Era agarrarme, ponerme contra una pared, decirme 'Yo voy a cambiar, perdoname, no lo hago más'. Y confié", explicó. 

Alejandro ya venía de una separación de otra mujer, con la que tuvo una hija. Natalia cree que tal vez, él no quería volver a pasar por lo mismo. "Al menos en su matrimonio anterior fue hombre que tomó sus cosas y se fue. Hoy su hija tiene 20 años. Acá se obsesionó, no soportó otro quiebre. Pienso eso, porque no tiene explicación natural", señaló, aunque nunca pensó que su marido sería capaz de hacer lo que hizo: "Jamás creí que lo tocaría. (...) Lamentablemente para él llegué tarde y para el padre llegué temprano, porque llegó la ambulancia".

La madre de Joaquín intentó entender por qué no pudo ver señales de que todo iba a terminar tan mal. "El narcisista siempre tiene razón. Siempre es un ser de luz para el afuera. Por dentro te manipula y te deja sin poder accionar", afirmó. De hecho, recordó una frase de su esposo que hoy da escalofríos: "Él me decía 'Vos me tenés miedo a mí... Si yo no mato ni una mosca'".

En medio del dolor, Natalia dejó un mensaje para todas aquellas mujeres que están sufriendo violencia doméstica: "Pidan ayuda, hablen, no sientan prejuicios, no tengan miedo. Se banalizó el tema de la violencia femenina. Creo que hubo un abuso de la misma, no sé si me explico. Entonces de repente pasa algo real y se toma a la ligera, o ni sabés si van a creerte. Cuando podés y te sentís fuerte, hacelo, salí del círculo, sacá la culpa".

Por último, cerró con un pedido muy claro: que su esposo pague por el asesinato de Joaquín. "Quiero justicia y que mi testimonio pueda ayudar a otras a no padecer mi dolor. Quiero que él se sienta orgulloso de su mamá", expresó.