Cómo nació el romance entre Gustavo Cerati y Cecilia Amenábar
Vintage. La chilena recordó, con bonitos detalles, el día que conoció al líder de Soda Stereo y como luego siguió la relación entre ambos.
En una entrevista con Cuatro Cabezas Segunda Edición, Cecilia Amenábar contó detalles sobre el inicio de su relación con Gustavo Cerati, quien luego fue luego su esposo y el padre de sus hijos, cuando corría 1988.
"Suena el teléfono. Mi nana me dice: 'Cecilita, la llama su tío'", recordó Cecilia lo ocurrido a fines de los '80 cuando era muy joven y aún estaba en el Secundario.
Su tío, periodista, tenía una invitación para ir a la conferencia de prensa de Soda Stereo en el Hotel Crowne Plaza, en Santiago de Chile.
Con el permiso de madre, Cecilia fue a la conferencia y llegó al sótano del hotel, donde la banda iba a atender a los medios de prensa trasandinos.
"Me vestí de negro, con el pelo teñido de blanco y sucio porque estaba enferma", confesó entre risas, describiendo la escena como salida de una estética new wave.
"Yo me senté al fondo, súper piola, pero Gustavo me cachó al tiro. Me miró y no me dejó de mirar", recordó y acotó: "Pensaba: 'No, no, tengo que irme de acá. Estoy muy nerviosa'".
"Viene y me toca el brazo: 'Hola, ¿qué tal? ¿Vos quién sos? Porque yo soy Gustavo'. Me miraba a los ojos, y yo temblaba", recordó Cecilia.
Y el músico le dijo: "Hoy en la noche tenemos un programa, Martes 13, ¿querés venir con nosotros?" y le respondió: "Le dije: 'No, estoy enferma, tengo que volver a casa'".
El interés de Gustavo no pasó inadvertido para Charly Alberti, quien intervino con picardía. "Me dijo: '¿Por qué no querés venir esta noche? ¿Te da vergüenza?'. Fue muy insistente. Me preguntó si quería llevar a amigas, que no me preocupara".
Finalmente, Cecilia cedió y le dio su número. Esa noche, acompañada por su amiga Paula Bascuñán, vivió lo que describiría como un sueño.
"Cuando bajó la banda y nos fuimos en el auto con ellos, sentí que estaba dentro de una película", detalló y siguió: "Me tomó la mano como si fuera algo natural. Él avanzó, porque yo soy muy tímida. Si no avanzan, no concreto".
"Fue una situación adolescente, muy inocente", explicó. Antes de despedirse, Gustavo volvió a invitarla, esta vez al rodaje de un video. Pero Cecilia, comprometida con sus estudios, tuvo que declinar nuevamente: "Tenía una prueba en el colegio. No pude ir".
"Tenía que ir a otra casa para hablar con él porque si mi mamá veía un número argentino en la cuenta de teléfono, me iba a matar", contó sobre cómo comenzó el romance.
"Cada uno tiene que vivir su historia, luchar por su amor. Puede terminar bien, puede terminar mal, pero cuando hay algo tan fuerte, es imposible pararlo", concluyó Cecilia.
