Pichín ya alienta a Banfield desde el cielo
adiós. Socio de la institución desde los 12, vitalicio hace más de 40 años, fiel fanático como cualquier banfileño de sangre. Pichín quería al club tanto como a su familia.
Esta tarde Banfield recibirá a Temperley en el mismo estadio de siempre, ubicado en la calle Arenales entre Peña y Gallo. Jugará por una fecha más del torneo de Primera, como tantas veces lo hizo antes. Bajarán desde la tribuna los cantos verdiblancos para darle aliento al Taladro, como ocurre en cada partido. Pero algo faltará. Hay una pequeña cosa, ínfima, que no será igual que siempre.
No estará aquel jubilado que ocupaba un asiento del palco número 5; aquel señor de 87 años que, desde hace un tiempo, sólo podía disfrutar de su equipo desde su casa; aquel que, desde la cama de la clínica donde estaba inter- nado, festejó el último triunfo ante Lanús. Banfield no contará este sábado con el apoyo de Rodolfo "Pichín" Insaurralde.
El apellido llama la atención y es imposible no relacionar el parentesco, pero hay que aclarar que Pichín hizo valer su nombre y su notoriedad mucho antes de ser el padre de Martín Insaurralde, el Intendente.
Y si no lo creen, vayan hoy a la cancha, dense una vuelta por el café Tiara o simplemente pregunten quién fue Pichín a cualquier hincha del Taladro. Socio de la institución desde los 12, vitalicio hace más de 40 años, fiel fanático como cualquier banfileño de sangre. Pichín quería al club tanto como a su familia, así fue cómo repartía su tiempo entre su labor como profesor y su vocación como Secretario del club en los '70 y Protesorero en los '80. Su preciado Banfield lo mantenía vivo y le dedicó su vida.
A modo de lección educó a su familia con su legado verde y blanco. Nunca se cansaba de alzar la bandera del Florencio Sola como el mejor dirigente de la historia, respaldado por la construcción del estadio de hormigón en el 40 y el armado de la base del equipo de 1951, ese que consiguió el primer lugar pero que no pudo en el desempate frente a Racing.
Sus ideales lo llevaron a seguir invirtiendo sudor en el Taladro. Fue así que en el 2009, con jóvenes 80 años, decidió fundar la agrupación "Lencho Sola", presentada el 5 de junio.
"Por y para Banfield" se podía leer en el lema de su bandera, frase fidedigna que simbolizaba el sentimiento de sus adheridos. Pero frase que representaba aún más la esencia de Pichín. Pichín se fue el lunes pasado, llevando la camiseta puesta hasta el último suspiro.
Su corazón no late, su voz ya no se escucha, pero su amor por los colores todavía se siente. Sus cenizas irán a parar a su lugar en el mundo, al estadio de su tan amado club.
Quedarán allí por siempre, como sus elogios a Eliseo Mouriño, como sus gritos de goles del Pampa Orte, como sus aplausos a los caños de Garrafa, o como sus festejos del campeonato.