La Unión | LOMAS

Condenaron a una pareja de Llavallol por el crimen de un repartidor

SENTENCIA. Los imputados son Mauro García y Johanna Quevedo, quienes mataron a tiros a Fernando Marino en Adrogué en julio de 2020.

La pareja fue captada por las cmaras de seguridad tras el crimen

La pareja fue captada por las cámaras de seguridad tras el crimen.

El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) Nº 9 de Lomas de Zamora condenó a una pareja de motochorros de Llavallol por el crimen de Fernando Marino, un repartidor asesinado en Adrogué en julio de 2020.

La audiencia fue muy breve y se realizó este martes en el tercer piso de los Tribunales de Lomas, con la presencia de familiares y allegados a las partes. El TOC 9 anunció el "veredicto condenatorio" para los imputados Mauro García, de 28 años, y Johanna Quevedo, de 32.

Además, se informó que los jueces Andrea Nicoletti, Victoria Ballvé y Juan Manuel Rial darán a conocer el monto de la pena y los fundamentos del fallo el próximo martes.

Cabe recordar que tanto el fiscal Sergio Anauati como el abogado querellante, Roberto Damboriana, habían pedido prisión perpetua para la pareja por el delito de "homicidio calificado criminis causae, robo calificado por el empleo de arma de fuego y tenencia ilegal de arma de guerra".

Por su parte, la defensa solicitó que la pareja fuera absuelta por falta de pruebas, planteo que fue rechazado por los jueces este martes en los Tribunales de Lomas.

Mirta Cortés, madre de Fernando, había pedido días atrás que ambos delincuentes reciban perpetua. "Mi hijo estaba trabajando y lo asesinaron. Queremos y suplicamos el máximo de pena para los dos", sostuvo en charla con La Unión.

EL CRIMEN

Fernando Marino, vecino de Avellaneda, había sido abordado por ladrones armados en la calle Italia, entre Rosales y General Paz, en la localidad de Adrogué, mientras hacía tareas de reparto y conducía una camioneta Renault Kangoo.

La víctima manejaba a baja velocidad, debido a que buscaba una dirección. Los motochorros se le pusieron a la par, lo amenazaron y lo balearon a corta distancia.

Dos días después del crimen, los asesinos fueron detenidos en el marco de dos allanamientos realizados en Llavallol y Burzaco. La Policía secuestró una pistola Browning calibre 9 milímetros cargada y con la numeración suprimida y dos motos azules, una Honda 300 y otra Brava Altino 150, mientras que la moto utilizada en el hecho había sido hallada quemada.