Crimen del empresario: los detenidos van a la misma cárcel que los rugbiers
AVANZA EL CASO. Los siete imputados por el homicidio de Fernando Pérez Algaba irán al penal donde están alojados los ocho jóvenes que mataron a Fernando Báez Sosa.
Los siete imputados por el crimen de Fernando Pérez Algaba, el empresario hallado descuartizado en Ingeniero Budge, fueron trasladados a la misma cárcel donde están detenidos los ocho rugbiers que mataron a Fernando Báez Sosa.
El juez de Garantías 4, Sebastián Monelos, rechazó el pedido de excarcelación de Maximiliano Pilepich, Nahuel Vargas, Luis Alberto Contrera, Flavia Bomrad, Fernando Carrizo, Matías Gil y Horacio Córdoba.
Todos ellos permanecerán con prisión preventiva, como coautores del delito de "homicidio triplemente agravado por ser cometido con alevosía, por codicia y por ser cometido por el concurso premeditado de varias personas, ello con el uso de arma de fuego en con curso real con falso testimonio". Además, a Pilepich, Vargas, Contrera y Bomrad se los imputó también por "falso testimonio".
En las últimas horas, los siete fueron derivados a la Alcaldía 3 de Melchor Romero, donde estarán separados en distintas celdas para evitar todo tipo de contacto y agresiones entre sí, teniendo en cuenta que Vargas señaló directamente a Pilepich como el autor material de los disparos que mataron al empresario.
La cárcel a la que fueron trasladados es la misma en la que están detenidos los ocho jóvenes condenados por el homicidio de Báez Sosa, asesinado a golpes en Villa Gesell en enero de 2020.
Entre los argumentos para mantenerlos en prisión, el juez entendió que si los deja libres tratarán de eludir la acción de la Justicia o entorpecer la investigación, en base al comportamiento que tuvieron mientras avanzaba el caso.
Mientras tanto, el abogado de la familia de Pérez Algaba, solicitó que sea citada a declarar a Charlotte Caniggia, quien fue mencionada por uno de los detenidos que tiene la causa. Córdoba indicó que el empresario lo había citado en una oficina muy ostentosa de Puerto Madero, que según dichos de la propia víctima, se la había prestado la hija de Claudio Caniggia Mariana Nannis.