"Muelle 56", un inolvidable clásico ochentoso
TV Retro. La serie seguía a tres veteranos de Vietnam que trabajan como detectives privados en la soleada California.
Los amantes de las series ochentosas deben recordar a "Muelle 56", o "Riptide" en su título original, que se estrenó en 1984 en la cadena NBC y que apenas tuvo 58 capítulos, que le alcanzaron para convertirse en un clásico.
Creada por Frank Lupo y Stephen J. Cannell, tres veteranos de Vietnam trabajan como detectives privados en la soleada California. Nick Ryder (Joe Penny), Cody Allen (Perry King) y Murray Bozinsky (Thom Bray), el asistente del equipo, resuelven juntos los casos más difíciles.
La serie relata las historias de Cody Allen y Nick Ryder, dos compañeros del ejército norteamericano, que deciden abrir una agencia de detectives en California bautizada "Muelle 56", un lugar donde se ubica el puesto de control, un barco bautizado Riptide
Pero al darse cuenta que necesitan un genio tecnológico reclutan a Murray "Boz" Bozinsky, que había inventado a un robot, The Roboz, que los ayudaría en su lucha contra el crimen.
Murray, un verdadero genio de la tecnología, se convirtió en el personaje preferido del público y hasta en el más recordado.
EL CHEVROLET CORVETTE, EL OTRO PROTAGONISTA
Este trío, para tener cubiertos todos los terrenos contaban con un helicóptero, y una lancha rápida, pero el que se lleva todas las miradas es el Chevrolet Corvette C1 del 60 de Nick.
La historia del Corvette se remonta a su presentación en Nueva York en 1953, por lo cual es uno de los deportivos más longevos que siguen fabricándose en la actualidad en su octava generación.
El proyecto (EX-122) dictaminaba que el modelo tenía que ser liviano y económico, por eso se usaron múltiples piezas de la gama Chevrolet.
Cuando se lanzó al mercado se ofrecía con un motor de seis cilindros unido a una caja automática de dos marchas y una carrocería de fibra de vidrio. Se fabricaron únicamente 300 unidades ya que sus performances no resultaron como esperaron. A
los tres años se presentó un restyling estético y con mejoras mecánicas con un nuevo motor V8 que se podía asociar a una transmisión manual de tres marchas que le dieron el título de "deportivo"... hubo versiones que rozaron los 300 CV.
Y finalmente, y el que se ve en Muelle 56, la tercera y última actualización de esta generación surge en 1958 con el estreno de las ópticas dobles como rasgo más notorio. A nivel mecánico la revolución llegó en los 60 con propulsores, ya con inyección, de hasta unos 365 CV.
Y por si andar en un clásico deportivo americano no era suficientemente llamativo para Nick, el color rojo, las llamas pintadas en las puertas y las llantas cromadas terminarían de hacer el trabajo de no hacerlo pasar desapercibido por las calles de California.