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Arrancaron las actividades en el nuevo jardín de Santa Catalina

Educación. En el Barrio Obrero, el Municipio construyó un establecimiento que tiene 4 aulas y diferentes espacios para el desarrollo de las clases.

Alumnos docentes directivos y familiares participaron de la apertura

Alumnos, docentes, directivos y familiares participaron de la apertura.

Esta semana arrancaron las clases en el Jardín de Infantes Nº953 del Barrio Obrero, en Santa Catalina, que fue construido por el Municipio para garantizar el acceso a la educación.

El establecimiento ubicado sobre la Calle 3, entre 7 y 108, tiene 4 aulas, dependencias, salón de usos múltiples, espacios climatizados, patios en salas y sector de juegos. Alumnos, docentes, directivos y familiares participaron de la apertura de actividades junto a funcionarios locales y provinciales. 

Ahora, el objetivo es avanzar con las obras dentro del predio para crear un Polo Educativo compuesto por una primaria y secundaria que tendrán seis aulas cada una, laboratorio, playón deportivo, núcleo sanitario, dependencias administrativas, biblioteca y SUM.

Los trabajos debían haberse desarrollado durante el gobierno de María Eugenia Vidal pero fueron congelados. El año pasado se pudieron reactivar mediante la articulación del jefe de Gabinete de la Provincia, Martín Insaurralde, junto con el Municipio.

En Santa Catalina, dentro del barrio Nueva Esperanza, hay otra iniciativa histórica para la comunidad. En marzo arrancaron las clases en el Jardín de Infantes N°952 con 90 niños y niñas divididos en tres secciones (salas de 3, 4 y 5 años) durante el turno mañana y 90 que van al turno tarde.

En la manzana 41 construyeron un edificio con tres aulas, dependencias administrativas, un salón de usos múltiples y un patio con diferentes juegos. Miembros de instituciones pidieron la obra para que los niños y niñas puedan ir a clases en su propio barrio.