Fito Páez se adueñó del escenario en Cosquín Rock
Punilla. El rosarino dio su primer show del año antes de desembarcar en abril en el estadio Vélez. Homenajeó a Luis Alberto Spinetta.
Antes de los dos Vélez que tiene planificado para abril, Fito Páez se convirtió en el dueño absoluto de la segunda jornada del Cosquín Rock en el Aeródromo Santa María de Punilla, con "El amor después del amor", a 30 años de su lanzamiento, y repasó algunos clásicos inoxidables, todos ellos con nuevos arreglos.
"Es el primer concierto del año", dijo Fito poco después de abrir el fuego con el tema que da nombre al famoso disco, cuyas primeras estrofas las cantó desde bambalinas hasta que hizo su irrupción a la vista del público.
Vestido en ropa deportiva amarillo fluor, el músico siguió con "Thelma & Louise", se desvió del recorrido por el disco con "11 y 6" para luego retomar con una demoledora versión de "Tráfico por Katmandú".
El recuerdo a Luis Alberto Spinetta llegó con "Pétalo de sal". "Siempre presente en nuestras vidas para seguir marcándonos el lenguaje en la música", expresó en ese momento.
Luego de quejarse porque se escuchaba la música del otro escenario donde tocaban Las Pastillas del Abuelo, se lanzó a su habitual repaso de hits de final de shows con "Brillante sobre el mic", para la que pidió luces de celulares prendidos aunque fuera de día; "Circo Beat", la cual mezcló de manera sorpresiva con el rap de "Tercer Mundo"; una hiperockera "Ciudad de pobres corazones", con un fenomenal arreglo de vientos; "A rodar mi vida", "Dar es dar" y "Mariposa Technicolor".