Los 200 años de Fiódor Mijáilovich Dostoievski

mundos personales . Un recorrido por la notable obra y la agitada vida de uno de los más grandes escritores rusos. 

Hace 200 años, el 11 de noviembre de 1821, nacía Fiódor Mijáilovich Dostoievski, que junto con Aleksandr Pushkin, León Tolstói, Iván Turguénev y Antón Chéjov, fue uno de los autores más clave la literatura rusa del Siglo XIX.

Hijo de un médico terrateniente muy severo y una madre sobreprotectora, fue el segundo de siete hermanos, cuyos primeros años transcurrieron en Moscú, su ciudad natal. 

El hostigamiento que el padre ejercía sobre sus empleados campesinos despertó en el joven Fiódor una conciencia de clase.

Luego de la prematura muerte de su madre, el viudo cayó en una profunda depresión y se perdió en el alcoholismo, enviando a su hijo a la Escuela de Ingenieros de San Petersburgo. 

Durante su internado, llegó la noticia de que su padre había fallecido, a causa de una revuelta de sus propios empleados. En 1843, con título de Ingeniero debajo del brazo, decidió permanecer en San Petersburgo, pero para desarrollar su verdadera vocación literaria. 

Comenzó como traductor y luego lanzó su primera novela "Pobres gentes" (1846). A sus 24 años logró el reconocimiento de lectores y críticos, pero sus libros posteriores, "El doble" (1846), "Noches blancas" (1848) y "Niétochka Nezvánova" (1849), no obtuvieron el mismo suceso.

Durante estos años, aparecieron sus primeros síntomas y ataques de epilepsia que lo acompañaron el resto de su vida. 

Además, empezó a frecuentar el llamado Círculo Petrashevski: un grupo de intelectuales que se oponían a los tiránicos gobierno zaristas. Esto le valió la cárcel por conspirar contra el zar Nicolás I. 

Cuando creyó que sería ejecutado, se le informó que su pena estaba resuelta a cuatro años de trabajo forzado en Siberia, experiencia que registró en la novela "Recuerdos de la casa de los muertos" (1862). 

En 1854 había sido liberado, pero lo obligaron a permanecer seis años más para servir al ejército ruso. Allí conoció a su primera mujer, María, con quien se unió en matrimonio y regresó a la ciudad de San Petersburgo. Sin embargo, sin dinero y con una muy mala salud, viajó por Europa en busca de mejores oportunidades. 

En París conoció a otra mujer, Polina, con quien comenzó un agitado romance y se le ocurrió intentar hacer dinero fácil con el juego. Con el tiempo, esta actividad se convirtió en una ludopatía que ya nunca pudo superar. 

En París conoció a otra mujer, Polina, con quien comenzó un agitado romance y se le ocurrió intentar hacer dinero fácil con el juego. Con el tiempo, esta actividad se convirtió en una ludopatía que ya nunca pudo superar. 

Con las manos vacías, volvió a Rusia, mientras María padecía la etapa final de la tuberculosis que contrajo en Siberia. En ese tiempo, Dostoievski escribió "Memorias del subsuelo" y recibió una tibia repercusión y todo tipo de críticas.     

Luego de enviudar, Dostoievski se aferró al cristianismo y comenzó a criticar las ideas socialistas que años antes había defendido. Su crítica puede leerse en muchos de sus textos, como en "Los demonios", y "Diario de un escritor". 

El autor fundamentó este cambio, entendiendo que Rusia era esencialmente cristiana-ortodoxa, campesina y con una burguesía muy poco desarrollada. Por eso, el liberalismo, el anarquismo y el socialismo no se aplicarían bien en su tierra. 

Creyendo que la perfección de Dios era la clave para la salvación espiritual, continuó escribiendo para reflexionar sobre el futuro de la humanidad y las injusticias sociales.

Luego legaron nuevos cuentos, ensayos y las novelas que lo consagraron definitivamente como uno de los grandes escritores de su siglo, entre ellas "Crimen y castigo" (1866), "El jugador" (1867); "El idiota" (1868); "Los hermanos Karamázov" (1880). Con estos libros, Dostoievski exploró sus ideas filosóficas, psicológicas, éticas y religiosas que, muchas veces, partían de los diarios que leía. 

La presión de los acreedores, su adicción al juego y el empeoramiento de la epilepsia debilitaron la frágil salud del escritor. 

Con su segundo matrimonio tuvo cuatro hijos y, aunque solo dos de ellos llegaron a la vida adulta, logró tener cierta estabilidad emocional con su última mujer: Anna Dostoyévskaya, quien trabajó como taquígrafa cuando el autor escribió "El jugador" para pagar varias de sus deudas. 

Pero la presión de los acreedores, su adicción al juego y el empeoramiento de la epilepsia debilitaron la frágil salud del escritor. Con 59 años de edad, y debido a hemorragias internas por su enfermedad mal tratada, Fiódor Dostoievski murió en su casa de San Petersburgo, el 9 de febrero de 1881. 

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