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Veinticinco años sin Gilda 

rescate emotivo. En el pico de su carrera, la cantante fallecía con sólo 34 años en un accidente y su popular se extendió, al punto de considerarla una santa popular. 

Ídola popular

Ídola popular.

Hace 25 años fallecía Gilda en un accidente con sólo 34 años en un pico de popularidad de su carrera y, lejos de apagarse, su figura sigue manteniendo una legión de fieles seguidores incluso de las nuevas generaciones. 

Miriam Alejandra Bianchi Scioli (tal era su nombre real) nació el 11 de octubre de 1961 en Villa Paranacito y se crió en el barrio porteño de Villa Devoto, en una familia de clase media. 

Cuando tenía 16 años, murió su padre y quedó a cargo de la familia. Por esta misma razón, no logró finalizar sus estudios de profesora de Educación Física. Las responsabilidades de su hogar le exigían y demandaban mucho tiempo y atención.

Luego se recibió de Maestra de Educación Inicial y comenzó a trabajar en la institución que tenía su madre. Cantante aficionada, no imaginaba lo que le podría llegar mientras pasaba sus días como Maestra Jardinera y junto a su esposo y sus dos hijos. 

Su carrera musical comenzó de forma fortuita, cuando respondió a un aviso en el diario en el que buscaban vocalistas para un grupo de cumbia, pero su carisma y su voz la catapultaron como solista.

La cumbia no era un estilo que estaba en su radar musical y estaba más cerca del rock argentino y de otros estilos. 

En su breve pero explosiva carrera bajo el seudónimo de Gilda comenzó en 1990, en honor a la femme fatale que encarnaba Rita Hayworth en el film homónimo, se ganó el reconocimiento del público de la mano de temas como "Corazón valiente", "No me arrepiento de este amor", "Fuiste", "No es mi despedida", "Paisaje", entre otras canciones que siguen sonando. 

El 7 de septiembre de 1996, cuando viajaba rumbo al norte de Entre Ríos, un camión embistió al micro donde viajaba.  

También fallecieron su madre, su hija mayor, tres de sus músicos y el chofer del ómnibus y resultaron heridos otros integrantes de su staff. 

"No es mi despedida" es el póstumo hit de Gilda que para muchos de sus fans es una suerte de presagio de su propia muerte. 

La canción fue lanzada luego de su muerte, ya que el cassette que contenía su grabación lo llevaba consigo la artista en el momento del accidente. "No es mi despedida" entró dentro del disco póstumo llamado "Entre el cielo y la tierra".

Gilda apenas tuvo poco más de un lustro de carrera que le alcanzaron para conseguir una enorme popularidad. Su figura transcendió a la movida tropical y su popularidad creció luego de su muerte, a partir de trágico y precoz final. 

Si bien desde antes de su muerte muchos fans le atribuían la condición de santa popular, el fenómeno se multiplicó con su muerte y existe, incluso, un santuario en su honor en el lugar donde ocurrió el accidente.

La vida de la vocalista mereció en 2016 una película biográfica argentina dirigida por Lorena Muñoz, escrita por Tamara Viñes y protagonizada por Natalia Oreiro.

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