Creó una llama de porcelana y peluche para sacar fotografías y ganarse la vida
una marca registrada en laprida.
David Yovanovich utilizaba hace un tiempo animales, pero con la concientización sobre maltrato animal en auge, decidió fabricar una con sus propias manos. Lo vecinos pasan y lo felicitan.
Armazón de fierro para su estructura, goma espuma para el relleno, tela de peluche de pelo largo para el revestimiento y porcelana para el rostro. Ése es el ingenioso procedimiento que llevó a cabo David Yovanovich para fabricar una nueva llama, que reemplaza al ser vivo, y la que usa para continuar ganándose la vida con las fotos de los niños sobre el lomo del “animal” en las calles de Lomas.
“Andaba con una llama de verdad, pero era un problema por la gente, por la explotación de animales y los insultos que recibía, entonces decidí hacer una de mentira”, explicó el hombre, quien se gana la vida retratando los momentos felices de los niños y, por qué no, de los más grandes, con una iniciativa más que interesante y particular.
“La foto la cobro a voluntad, con lo que las personas puedan colaborar. La saco y se las doy al instante”, indicó el trabajador acerca del método que utiliza y que le resulta efectivo, porque logra el cometido de que la gente se acerque y se fotografíe sobre la llama.
David explicó que desde los 14 años se dedica a la fotografía y que el amor por las cámaras proviene de generación en generación, más precisamente de sus tatarabuelos y bisabuelos. “Antes sacábamos fotos con las minuteras de cuatro patas y ahora, gracias a la tecnología, con una impresora ya las puedo entregar en el momento”, agregó.
PROBLEMAS DEL PASADO. “Tenía un pony y me lo secuestraron por no poseer el permiso en la vía pública. Después de un año, el juez dio la orden para que me lo devolvieran, pagué la multa y cuando lo fui a buscar no estaba más, me lo vendieron”, contó el hombre de 37 años acerca de las dificultades que tuvo que atravesar en 2017 por trabajar con animales, pero aseguró que no contaba con otra opción porque necesitaba mantener a su
familia.
El oriundo de José Mármol aseguró que cuando fue a la mercería a comprar los materiales y les contó que era para hacer una llama se le reían, pero después les mostró cómo había quedado y lo halagaron. Inmediatamente agregó que lo primero que hizo de su nueva llama fue la cara de porcelana, lo que le permitió idear el resto del cuerpo.
EL RECONOCIMIENTO. “La gente me felicita por la iniciativa, por no estar con animales de verdad. La Municipalidad también me dejó trabajar en la calle”, manifestó entusiasmado, ya que considera a la fotografía como un medio de vida debido a que no contó con la posibilidad de estudiar.
Para finalizar, el hombre declaró que también fabricó otros tipos de animales, tales como caballos o los famosos títeres de perros bailarines, que se manejan con cierta destreza mediante distintos hilos y que aseguran diversión en los chi