Cuencos rústicos, sin hornos ni esmaltes

Como si fueran auténticas piezas de cerámica con el trabajoso y maravilloso proceso de horneado, pero hechos de manera bien simple con papel maché.

Materiales:

Resultado final:

Forrar con film un bowl o ensaladera del tamaño elegido para modelar el cuenco, que oficiará de molde.

Preparar la pasta de papel maché como indica el producto o realizarla en forma casera. Aplicarla en forma pareja sobre todo el bowl, hasta cubrirlo. Presionar con los dedos para lograr un espesor parejo y, si es necesario, ayudarse con una espátula humedecida en agua para que la superficie quede lo más lisa posible.

Dejar secar durante varios días. Antes de que termine de secarse, con un elemento punzante realizar las perforaciones en los laterales para luego colocar las asas. Una vez seca la pieza, desmoldarla y quitar el film. Si es necesario, lijar la superficie con lija fina.

Pintar con acrílicos de color a elección, realizando manchas en distintas tonalidades para simular una pieza de cerámica. Siempre esfumar los colores en húmedo, utilizando un pincel de cerda. Dejar secar. Aplicar sobre el contorno una mezcla de goma laca y purpurina oro, dejando que horreen gotas con el pincel bien cargado. Esto completará la apariencia de una pieza trabajada con la técnica de rakú.

Preparar las asas anudando dos ramas finas con alambre de aluminio dorado. Luego, insertar los extremos de alambre por las perforaciones del cuenco, para sujetarlas a él.