Enseñar cine a través de una pantalla, el desafío de una escuela lomense
Acomodarse a la virtualidad.
CreArteCine se reinventó en plena pandemia y ahora enseña la carrera por Zoom, con el próximo cuatrimestre adaptado 100% de manera online. Sus talleres, seminarios y cursos también sufrieron modificaciones para dictarlos con el mismo sistema.
La escuela CreArteCine, una institución lomense que brinda la posibilidad de estudiar Realización de Artes Audiovisuales, también debió reinventarse y adaptarse a la nueva “normalidad” de la enseñanza a través de la tecnología. Marcelo Italiano, fundador y director, contó cómo se dio esta transformación, en consenso con los docentes y los alumnos, a la espera del nuevo cuatrimestre que se avecina, ajustado 100% a la virtualidad.
En marzo, la pandemia frenó el inicio de la cursada del nuevo ciclo lectivo, con una suspensión provisoria y a la espera de que la situación se normalice a la brevedad. “Cuando vimos que esto no se iba a solucionar, me junté con los docentes y buscamos alternativas para garantizarles a los alumnos de que puedan seguir con los estudios y que la escuela no cierre definitivamente”, contó Italiano.
Además de la carrera, que dura tres años y cuenta con 20 materias en su programa de estudio, CreArteCine (ubicada en Antártida Argentina 2264) ofrece distintos talleres, cursos y seminarios que también fueron amoldados a la virtualidad: teatro, actuación, fotografía, maquillaje y caracterización, cine y artes plásticas. La segunda semana de agosto comenzará un nuevo cuatrimestre, que será totalmente online. Ya se encuentra abierta la inscripción para los interesados en anotarse, ya sea a la carrera o a las demás actividades anteriormente mencionadas: deben ingresar a la página www.creartecine.com.ar o buscar a la institución por las redes sociales, ya sea Facebook o Instagram.
Pese a la distancia, las clases se pueden dar con total normalidad. Mediante la aplicación Zoom es que se dicta la cursada, pero también utilizan otras plataformas, como Facebook, WhatsApp y correo electrónico, donde los alumnos pueden subir sus trabajos y recibir una devolución de los docentes. “Nuestra idiosincrasia es adaptarnos a las necesidades de los alumnos. La virtualidad nos permitió ser más flexibles con los horarios y los tiempos de cada estudiante, siendo más personalizadas”, detalló quien también se desempeña como docente y quien reconoció que le costó adaptarse a la virtualidad porque es “de la rama del teatro y le gusta estar en un mismo espacio físico con los alumnos”, pero entendió que la tecnología es una herramienta que brinda muchas alternativas, todas al alcance de la mano.
“La escuela siempre la consideré como un hijo, me da mucho orgullo que siga adelante a pesar de las adversidades. Somos una escuela privada y cobramos una cuota económica que mantenemos hace tres años y la retribuimos en la educación, nos consideramos útiles para la sociedad y eso es una gran satisfacción”, concluyó el director.
DEL OTRO LADO. Sara Milla es estudiante de la escuela, supo asistir a las clases de manera presencial y, debido a la pandemia, ahora aprende gracias a la virtualidad: “Me adapté muy bien a la modalidad. Estamos trabajando en la parte del guión y la producción, con el objetivo de llegar a la tesis, que es grabar un largometraje propio y lo cual lleva muchísimo tiempo, el año que viene”.
“Lo positivo es seguir cursando y que tanto la escuela como los profesores hayan podido aggiornarse a una situación mundial. Perder el año hubiese sido frustrante y triste, por suerte no pasó gracias al esfuerzo de todos y para mí significa muchísimo”, agregó quien transita el último año de la carrera.