Buscan a un chofer que atropelló y mató a una nena en Avellaneda
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Luis Alberto Ayala escapó del arresto domiciliario de Tigre, donde esperaba que
quede firme la condena a tres años de prisión por la muerte de Carla Calabria.
“Voy a dejar mi vida en esto, pero no voy a parar hasta que encuentren a Velázquez Ayala y pague por lo que le hizo a Carlita”, dijo José Almeyda, el abuelo de la nena que murió en 2011 tras ser atropellada por un camión en Avellaneda.
El camionero es Luis Alberto (42), quien se fugó “hace unos cuantos días” del arresto domiciliario que estaba cumpliendo en la vivienda de un familiar, ubicada en El Tigre. Allí estaba desde mayo de 2013, cuando la Justicia de Lomas lo condenó a tres años de prisión efectiva y lo inhabilitó a conducir por ocho años, tras hallarlo responsable de “homicidio culposo” por haber chocado y matado a Carla el 25 de abril de 2011.
Ese fatídico lunes, la nena iba con una amiga hacia la escuela y estaba por cruzar la esquina de Yrigoyen y Casacuberta. Pero un camión que dobló primero le enganchó la mochila de la espalda y la arrastró media cuadra. “A pesar de que le gritaban que parase, el tipo siguió hasta que la aplastó con las ruedas traseras”, detalló el abuelo.
Desde aquel lunes, a José y a su esposa les cambió la vida para siempre y no tienen paz. Es
que los abuelos tenían la guarda de la pequeña y vivían por y para ella. “A nosotros nos mataron un angelito y esperamos que lo encuentren, que lo traigan a Argentina y lo metan en la cárcel”, pidió José, un vendedor ambulante de 58 años.
Es que él y la familia están convencidos de que el conductor está refugiado en Paraguay, su país natal. Por eso, no se cansa de repetir que espera que el Juzgado de Ejecución Penal Nº2 de Lomas “se mueva” para que le haga cumplir la condena. A pesar de que ya pasaron tres años, José sigue llorando la ausencia de su nieta “como el primer día” y tiene la misma “sed de justicia” que siempre.
“Esperamos que no hayan más Carlitas. Y repito: yo voy a dejar mi vida en esto, pero voy a seguir hasta el final, a pesar de que mi señora se me está yendo por tanto dolor”, concluyó entre lágri