Kiev y Moscú acordaron, entre desmentidas y correcciones, pasos para establecer la paz
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Los presidentes de Ucrania y Rusia acordaron telefónicamente pasos para "facilitar el establecimiento de la paz" en las regiones separatistas orientales de Donetsk y Lugansk, aclaró hoy la presidencia ucraniana, que debió rectificar un comunicado inicial, en el que anunciaba que ambos mandatarios habían acordado un "alto el fuego permanente" en la convulsa región.
La marcha atrás en el anuncio oficial de Kiev sobre lo consensuado por los líderes ucraniano y ruso, Petro Poroshenko y Vladimir Putin, se produjo luego que el portavoz de este último, Dimitri Peskov, negó categóricamente la existencia de un acuerdo sobre este punto, argumentado que Rusia "no es parte en el conflicto", según informó la agencia de noticias rusa Ria Novosti.
Un nuevo comunicado publicado en la web presidencial en Kiev, señala que durante la conversación los dos mandatarios llegaron a un acuerdo sobre "el régimen del alto el fuego" en la región de Donbas, donde se encuentran Donetsk y Lugansk, y ambos coincidieron "sobre los pasos que facilitarán el establecimiento de la paz".
Durante la conversación telefónica entre Poroshenko y Putin, los líderes "intercambiaron opiniones sobre las medidas prioritarias para detener el derramamiento de sangre en el sureste del país", un punto de vista en el que coinciden ambos mandatarios, según señaló Peskov, a la agencia rusa.
Poco después de la corrección oficial realizada desde el gobierno ucraniano, Putin, declaró que para garantizar un alto el fuego es indispensable que Kiev retire sus tropas de las proximidades de las ciudades y que las milicias pro rusas pongan fin a la contraofensiva lanzada hace poco más de una semana.
"En primer lugar, los grupos armados de las milicias deben poner fin a la ofensiva en los frentes de Donetsk y Lugansk. Y en segundo, las fuerzas de Ucrania (deben) replegar sus unidades de manera que queden a una distancia tal de las ciudades que excluya la posibilidad de cañoneo con artillería", subrayó Putin.
Durante una visita a Mongolia, el líder del Kremlin expuso un plan de siete puntos que en su opinión debe ser acordado por los dos bandos enfrentados para poner fin al derramamiento de sangre en el este de Ucrania, informó desde Ulan Bator la agencia rusa Interfax.
Los dichos de Putin, cuyo país viene sosteniendo que lo que sucede en el este de la ex república soviética es un conflicto interno, se producen en el marco de una exitosa ofensiva militar de los rebeldes -que hoy incluyó la recuperación del control del estratégico aeropuerto de Donetsk- y una semana después que Poroshenko decidió disolver el Parlamento y convocar a nuevos comicios para el 26 de octubre.
Mientras el presidente ucraniano busca rebajar la tensión, el primer ministro, Arseni Yatseniuk, denunció que Rusia es un "Estado terrorista" y anunció la construcción de una muralla en la frontera común para crear un "verdadero" límite entre los dos países.
La OTAN, que inicia mañana en Newport, Gales (Reino Unido), una de sus cumbres más complejas -por el conflicto en Ucrania- tiene previsto en tanto dar luz verde a la creación de una fuerza de "varios miles" de soldados que podrá desplegarse en cualquier país en "muy pocos días".
La nueva fuerza de alta disponibilidad, a la que contribuirán los aliados por rotaciones y que el secretario general de la Alianza, Anders Fogh Rasmussen, calificó como "punta de lanza" de la actual Fuerza de Reacción Rápida (ya en pie de hasta 13.000 efectivos), forma parte del Plan de Acción que aprobarán en respuesta directa a lo que la Alianza califica como "la agresión rusa en Ucrania", pero pensado para permitir a la OTAN responder "a todos los desafíos de seguridad, con independencia de donde surjan", es decir también desde el flanco sur, como han reclamado España, Italia y Grecia, según fuentes militares aliadas.
Rasmussen hizo hincapié en que estas medidas de refuerzo respetarán el pacto con Rusia de 1997, conocido como el Acta Fundacional del Consejo OTAN-Rusia, que restringe el despliegue de tropas aliadas de forma permanente en los países del Este y restó importancia al hecho de que no haya bases permanentes.
"Tendremos una presencia de la OTAN más visible en el este el tiempo que sea necesario", dijo. "No estamos hablando de nada permanente, estamos hablando de rotaciones de tropas el tiempo que sea necesario", precisó una fuente de alto nivel aliada.
Aún así, el Kremlin calificó este plan de la Alianza Atlántica como "una amenaza".
En el frente diplomático, la Comisión Europea planteó hoy a los Estados miembros restringir a las compañías de defensa y energía controladas por el Estado ruso la posibilidad de financiarse en los mercados de capital europeos y no limitarlo como ahora a los grandes bancos públicos rusos, lo que afectaría a empresas como Rosneft y Gazprom.
El bloque continental ya prohibió a fines de julio que los nacionales o compañías de la UE compraran y vendieran nueva deuda o acciones o instrumentos similares financieros con madurez que supere los 90 días emitidos por los bancos rusos controlados por el Estado, pero la nueva propuesta, que fue circulada ayer a las capitales europeas, reduciría la madurez a los 30 días, según indicó el Financial Ti