El sismo que sacudió Chile también se sintió en Lomas
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En varios edificios del centro hubo escenas de incertidumbre: los vecinos se evacuaron y fueron asistidos por Defensa Civil.El sismo ocurrido anoche en la región chilena de Coquimbo -que al cierre de esta edición había sido medido como de 8.4 grados en la escala de Richter- se sintió en algunas zonas de Lomas de Zamora, en sintonía con lo registrado en distintos puntos del país y la Provincia. A más de 2.000 kilómetros de su epicentro, el terremoto alcanzó a descargar su energía en el Gran Buenos Aires: el titular de la Defensa Civil (DC) de Lomas, Cristian Green, informó que “apenas después de las 20 hubo gente que se autoevacuó y que fue atendida por personal de la Defensa Civil y del Servicio de Emergencia de Lomas”. “Los puntos donde intervinieron los equipos de emergencias fueron Acevedo al 100, Almirante Brown al 2220, Loria al 400 y Pueyrredón al 500”, precisó. Siempre al cierre de esta edición, Green sostuvo: “La mayoría de los vecinos ya volvió a sus departamentos porque nuestra gente chequeó que no hubiera daños ni pérdidas de gas en ningún lugar”. Fue minutos después de las 20 cuando, en una de las torres afectadas por el movimiento telúrico -la de Loria al 400- los vecinos se autoevacuaron y llamaron a Emergencias. Allí, en medio de una stuación cuya aura iba y venía entre el miedo y lo insólito, 40 propietarios e inquilinos se agolpaban en la entrada mientras uno de los responsables del operativo montado por la Defensa Civil, Martín Barbuto, trataba de informar y tranquilizar a los vecinos. M i e n t r a s tomaba conocimiento de la situación, Sebastián Pérez, uno de los vecinos del tercer piso, contó: “Se movieron las lámparas de la casa de un lado para otro durante tres o cuatro minutos, fue algo que nunca había vivido y ni me imaginaba que podía pasar en Lomas”. “Enseguida bajamos por las escaleras y después escuchamos el ruido de las sirenas y vimos llegar a la gente de Defensa Civil, era un desconcierto total”, contó. Mientras tanto, Barbuto explicaba: “Vamos a entrar para verificar que no haya daños estructurales en el edificio y si no los hay, van a poder volver tranquilos”. Tras cerciorarse de que no había riesgo, una pareja que habita el piso 18 del complejo afirmó: “Era increíble cómo se movía el espejo de pared que teníamos, atinamos a bajar como pudimos las escaleras y a salir”. “Hace años que vivimos en Lomas y nunca habíamos vivido algo parecido, bajamos muy mareados”, afirmaron. Poco a poco, las 40 personas que aguardaban la hora de volver a sus departamentos retornaron lentamente a los cuartos que, veinte minutos atrás, oscilaron por el movimiento de la tie