Juventud Unida lucha por mantener sus puertas abiertas
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Socios, directivos y vecinos de Llavallol luchan para que la película “Luna de Avellaneda” no llegue a ser realidad.
Tras más de 87 años de trayectoria que posee el club Juventud Unida de Llavallol (Antártida Argentina 2264), las autoridades reconocen que se está haciendo difícil pagar las facturas de los servicios tras los últimos aumentos de tarifas.
Sin pensar en el cierre, organizan eventos sociales para solventar los gastos mientras continúan con las adecuaciones administrativas para percibir la devolución del 40% de las facturas anunciado por la presidencia de la Nación.
“Siempre fue difícil pagar los servicios de los clubes pero este último aumento fue muy notable por lo que estamos preocupados”, explicó Iris Pardal, presidenta de la institución.
“El anuncio de Nación es una mejora pero falta este descuento en todos los servicios y debería ser más rápido. Todos tenemos la luz a punto de cortarse, en Edesur hay miles de personas y no se puede hacer el trámite, tampoco sabemos cómo fue la reglamentación”, añadió y lamentó que “más allá del anuncio, que está bueno, administrativamente no sabemos cómo lo vamos a implementar”.
El club actualmente cuenta con unos 300 socios, los cuales abonan una cuota mensual de $40.
El pasado mes las boletas de la luz llegaron a rozar los $9 mil, cuando anteriormente no llegaban a los $3 mil.
Desde la institución esperan la facturación del servicio con el descuento para poder abonarlo, mientras tanto realizan eventos sociales de recaudación.
Gracias a la difusión y repercusión en los medios, los vecinos se acercaron al club para solidarizarse con la situación.
“Todo el mundo pregunta, todos se preocupan. Muchos se dieron cuenta de que el club existía, que no es solamente un lugar para depositar los chicos, que hay necesidades y no nos regalan nada, que no hay un subsidio mensual para mantenerlo”, relata la presidenta de Juventud Un