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“Oscura luz”, una obra fusión de títeres, teatro y artes plásticas

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La vecina de Temperley Nadia Muriel Schwerdtfeger combina sus distintas facetas en esta puesta en escena, que la tiene como protagonista, directora y también, autora. Esta noche la presenta en Banfield.

“Comencé a estudiar teatro a los 16 años y además soy artista plástica. Con el títere, encontré la fusión de los dos mundos, fue un descubrimiento. El títere es la fusión entre las artes plásticas y el teatro, es la poética de la plástica”, comenta Nadia Muriel Schwerdtfeger sobre la síntesis de sus mundos que encontró con el títere.

Luego de derribar algunos prejuicios, y por un pedido para una obra, el títere se instaló en la vida de esta artista. “Coincidió con que me pidieron que confeccionara un títere para una obra y me hizo un click, antes no me atraía. El títere tiene un lenguaje muy rico, permite entrar en un plano de cuando uno era chico”, acota.

Combinando sus facetas de artista plástica, actriz y titiritera, Nadia sale a escena esta noche en El Refugio de Banfield con “Oscura luz”, una obra de la Compañía El Nudo Menguante, que la tiene como autora, directora y protagonista.

MANOS A LA OBRA. “Oscura luz” sumerge al espectador en un universo onírico y sensible del cual no se puede salir ileso. Nostalgia, sorpresa, fantasía, belleza y cotidianeidad. Momentos, situaciones e instantes fácilmente reconocibles para cualquiera, aunque encarnados por títeres y siluetas.

La oscuridad y la luz de este guiño, está poblada de extrañezas agudamente familiares. “En la obra hay una fusión de varias disciplinas; además de títere, hay teatro de sombras. Interactúo con los títeres y por momentos desaparezco. El personaje central de la obra es una mujer que va pasando por distintos momentos de su vida, como una novia, el vínculo de una madre con su hijo, la vejez y la muerte”, agrega Nadia, porteña de nacimiento y radicada en Temperley.

En las escenas, los materiales se resignifican y entrecruzan para dar vida al sinfín de personajes; se funden con ella, la mujer que abre sus valijas, cajas y baúles, el templo donde aguardan los seres que cobrarán vida durante la obra. “Oscura luz” lleva ya un par de años sobre las tablas y fue sufriendo una metamorfosis a partir de momentos que fueron excluidos y de otros que se fueron sumando.

Además, la puesta cuenta con música que ambienta las distintas situaciones con temas de Edith Piaf, Tonolec y de música de la India. “Las canciones están muy bien elegidas y son el pulso que mantiene las escenas”, expl

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