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Virutita, un artista de profesión payasólogo

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Pedro enrique tejeda lleva años en escena con su sombrero y su nariz roja, y en sus animaciones pone en práctica las enseñanzas de Pepe Marrone.

Pedro Enrique Tejeda nació en Córdoba y se crió en Lomas, y Virutita, su nombre artístico, se debe a que en sus comienzos como payaso le sacaba “viruta al piso” por la energía que mostraba en escena. Este alter ego con nariz roja, que lo acompaña desde su juventud y hasta sus actuales y joviales 61 pirulos, surgió a principios de los 70 y volvió a resurgir tiempo después para quedarse definitivamente. “Empecé a los 8 años en el Parque Japonés, que estaba donde ahora está el Hotel Sheraton. Mi papá era empleado de Shell y tenía un puesto en el Parque Japonés, yo me vestía de payasito y la gente me ponía plata en el bolsillo, ahí fui aprendiendo”, comenta este artista. Luego de un impasse y de haber sido infante de Marina, volvió al ruedo con sus animaciones, con el grupo las Amazonas de Ring, presentando sketchrs al estilo de Charles

Chaplin y Buster Keaton hasta llegar a trabajar un par de años con José Marrone, uno de los grandes capocómicos argentinos y también uno de los ídolos de los chicos con su personaje de Pepitito.

EL LEGADO DE UN GRANDE. “Para las animaciones uso nariz y gorrito, an

tes me pintaba la cara, pero un día Marrone me dijo que si me pintaba la cara y le iba a dar un caramelo a un nene, el nene iba a salir corriendo. Marrone me decía ‘si te pintás la cara le matás el ángel al payaso’”, recuerda sobre esa enseñanza que le dio el gran maestro del humor. También recuerda que Marrone le inculcó la “humildad” que debe tener un artista de la comicidad y también recalca que aprendió más al lado de

Pepe que estudiando teatro con destacados docentes. Tejeda también pasó por la última etapa de “Titanes en el Ring”, el exitoso ciclo de Martín Karadagian. “Reemplacé un tiempo al Pepino, el Payaso. También aparecía antes de las peleas, como para romper el hielo”, recuerda. “Esto es parte de mi vida, tengo pasión por lo que hago. Como diría José Marrone, el payaso es inocencia”, acota este artista lomense que se define a sí mismo como un hombre “de profesión payasólogo”.

SU ACTIVIDAD, HOY. Actualmente sigue con sus animaciones en eventos privados, tanto para los más bajitos, como para el público adulto, junto a Anacleto, su compañero de aventuras sobre el escenario. “Con Anacleto hacemos stand up doble. Mezclamos todo tipo de humor y a veces salimos vestidos de overol, somos como los obreros del humor”, señala sobre su espectáculo junto a Anacleto, al que define como “licenciado de travieso”. Además, este payaso sigue adelante con “El show de los chicos”, en Radiovisión Canal 10 de Budge, un ciclo al que define como “un programa pobre, pero honrado”. “Hacemos mucho, pero con poco”, resume. Con este programa obtuvo el Premio Caduceo, que entrega la provincia de Buenos Aires.

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