“Mi hist(e)ria en el cine”, el nuevo film de María Victoria Menis
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Se estrena el documental autobiográfico de esta directora, que decide abandonar su profesión por las millones de dificultades que afronta, aunque termina redescubriendo su pasión por estar detrás de la lente.
Luego de su paso por varios festivales, se estrena hoy “Mi hist(e)ria en el cine”, con el subtítulo de “Cómo sobrevivir a mi familia y al cine”, un documental de María Victoria Menis, que se mete con los gajes del oficio de los directores. En el mundo del cine no todo es color de rosa, y más allá de lo que se ve plasmado en la pantalla, los realizadores, en especial los que no están ligados a los poderosos que rigen la industria, se la ven en figurillas en muchas situaciones. A propósito de estas complejidades por las que pasan los cineastas, María Victoria Menis, directora de cine con una interesante filmografía a cuestas, decide de un día para el otro abandonar su profesión por las millones de dificultades que conlleva su trabajo cotidiano. Ante este cuadro de situación, persuadida por su amiga Franca, comienza a registrar, cámara en mano y a modo de un documental, desopilantes y emotivas escenas de su vida cotidiana y de la de su propio entorno. En off, la propia realizadora cuenta los problemas de salud que sufrió en los rodajes de sus filmes anteriores, como una hepatitis y una apendicitis, mientras consulta a una profesional oriental para que la alivie de una feroz contractura. En paralelo, hace una suerte de catarsis de sus dilemas con la profesión, como el tiempo que lleva desarrollar una película para que esté sólo un par de semanas en cartel. La directora mostrará la intimidad de sus padres Chola y Saúl, simpáticos personajes que develan viejas anécdotas, mientras que finalmente pueden reencontrarse con una vieja película que parecía inconseguible. También la realizadora, en este documental, se encarga de rodar a sus hermanos, a sus hijos y hasta a su esposo, que también fue el productor de sus trabajos anteriores y que ante las cámaras anuncia que ya no quiere reincidir en estos menesteres. ¿Patear el tablero? También relata y comparte con su entorno las inquietudes de rehacer su vida laboral, como estar al frente de una librería con una socia. Incluso consulta a propios y a extraños sobre esta posibilidad de patear el tablero, y obtiene como respuesta las versiones más desencontradas. Y llega a encomendarse a San Cayetano, cuando en realidad profesa otra religión. En este juego de brindar y de pedir la palabra, también se mete a interrogar sobre los mitos que hicieron añicos las personas de su entorno, como buscando en este ejercicio lúdico una respuesta a sus propios interrogantes. Con primeros planos de afiches de películas de su propia factura y de otros clásicos del cine, su hija Cecilia también se mete activamente en la historia con sus dudas sobre si continuar o no dentro del mundillo del Séptimo Arte. Penurias y planteos de por medio, y mientras le cede por un momento la cámara a su hija, lentamente y casi sin pretenderlo deliberadamente, las escenas del documental la harán reencontrarse con ella misma, y con su verdadero amor por el cine.