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Desconcierto por la huida de Puigdemont a Bélgica y ante la posibilidad de que pida asilo político

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El líder secesionista catalán Carles Puigdemont tiene previsto brindar hoy al mediodía local (8.30 de Argentina) una conferencia de prensa desde Bélgica, a donde viajó ayer de incógnito con la supuesta intención de solicitar asilo político, ante la presentación por parte de la Fiscalía española de una querella en su contra por delitos de rebelión, sedición y malversación.

En un nuevo giro inesperado que desconcertó a sus propias filas y dejó perplejos a opositores y al gobierno español, Puigdemont se trasladó el lunes a Bruselas, capital de Bélgica, coincidiendo con la toma de control por parte de Madrid de las instituciones de Cataluña tras su intervención y la presentación de la querella anunciada por la Fiscalía.

El Fiscal General del Estado, José Manuel Maza, le atribuye a Puigdemont, a su gobierno y a las autoridades del parlamento catalán delitos de rebelión, sedición y malversación de fondos, y los acusa de haber alentado "un levantamiento violento", antes, durante y después del referéndum "ilegal" celebrado el pasado 1 de octubre en Cataluña.

Ante los graves delitos que se le imputa, que conllevan penas de hasta 30 años de prisión en el caso de rebelión, Puigdemont y cinco miembros de su ex gabinete huyeron de España, sorprendiendo a las autoridades españolas, a las que, al parecer, planean desafiar desde el "exilio".

"Las acciones del ex presidente Puigdemont no son fáciles de prever", argumentó el Ministro de Asuntos Exteriores español, Alfonso Dastis, quien admitió que el gobierno español desconocía el viaje del líder secesionista a Bélgica.

Dastis añadió que "sería sorprendente si Bélgica le da asilo" a Puigdemont, pero remarcó que "la decisión no es del Gobierno belga", con el que España hablará en caso de que esto suceda, sino de los jueces del país europeo.

"En esta carrera alocada de Puigdemont, él es libre de circular por la Unión Europea sin ninguna limitación", aclaró el ministro de Exteriores en declaraciones a la radio Cadena Ser, donde recordó que España recibe el apoyo de sus socios europeos frentes al desafío catalán.

El abogado Paul Bekaert, quien lleva 20 años trabajando con temas de asilo y extradición de etarras desde Bélgica a España confirmó ayer mismo que es el representante legal de Puigdemont, según declaró a la televisión belga.

No obstante, el letrado aclaró que Puigdemont todavía no había decidido si iba a solicitar asilo, un derecho humano de cualquier persona que sea blanco de persecución politica.

No obstante, en el caso del ex presidente catalán entran en juego otras variables, porque procede de un país miembro de la Unión Europea y los tratados del bloque consagran que sus integrantes constituyen recíprocamente países de origen "seguros" en relación con asuntos de asilo.

La portavoz socialista en el Congreso y jurista, Margarita Robles, cree que "jurídicamente", Bélgica no puede dar asilo a Puigdemont y que sería "muy sorprendente" incluso que lo pidiera.

"A mí me parece surrealista todo lo que está pasando", dijo por su parte el diputado de la coalición Unidos Podemos, Alberto Garzón, líder de Izquierda Unida (IU).

Los anticapitalistas de la Candidatura de Unidad Popular (CUP), quienes fueron socios claves del proceso de secesión impulsado por Puigdemont, ya habían advertido que si el Ejecutivo catalán era destituido en aplicación del artículo 155 de la Constitución, como ocurrió, debía mantener el desafío desde el exilio, proponiendo trasladar el gobierno catalán a Perpignan, en el sur de Francia.

Sin embargo, la huida a Bélgica no contó con la participación de la CUP, que ayer demandó "transparencia" a Puigdemont para que explique cuáles son sus planes, al tiempo que le exigió que comience a tomar medidas "republicanas" como presidente legítimo de la Cataluña independiente, sea desde Bruselas o Barcelona.

Al parecer, el gran escape del ex presidente catalán, quien se trasladó en coche a Marsella, Francia, y desde ahí voló en avión hasta Bruselas, se fraguó entre un pequeño grupo de colaboradores, al punto que tampoco estaba al tanto de su viaje la coalición independentista Junts pel Sí, que integran miembros de su partido PDeCat y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC).

"Fue una sorpresa para la dirección del partido y para mí", aseguró hoy Santi Vila, quien se presentará como candidato a presidente catalán por el partido de Puigdemont, el PDeCat, que ayer mismo anunció que participaría de los comicios convocados por el presidente Mariano Rajoy para el 21 de diciembre en el marco de la intervención de la región.

Vila, quien también fue acusado por la Fiscalía, dimitió del antiguo gabinete el jueves pasado luego de que el ex presidente descartó convocar elecciones anticipadas y encaminó a Cataluña hacia una declaración unilateral de independencia, que realizó el parlamento al día siguie

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