Una de cada tres mujeres de 50 años sufre de osteoporosis
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Este grupo etario, luego de la menopausia, comienza con alteraciones hormonales que aumentan el riesgo de sufrir diversas fracturas.
La osteoporosis es cada vez más común: una de cada tres mujeres mayores de 50 años en Argentina sufre de dicha enfermedad, que ataca a los huesos por la falta de calcio. Además se encuentra en ascenso el número de pacientes que la padecen, ya que dicho grupo etario, luego de la menopausia, comienza con alteraciones hormonales que aumentan el riesgo de osteoporosis y de sufrir fracturas, de las cuales las más comunes son la de muñeca, fémur y columna, que terminan afectando el estado de salud y la vida diaria de la persona, y también generan un gran aumento en los gastos al sistema de salud. La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la osteoporosis a partir de 1991 como una “enfermedad caracterizada por la baja masa ósea y el deterioro micro estructural del tejido óseo, que lleva a una fragilidad ósea y al consiguiente aumento del riesgo de fractura”. El término osteoporosis significa “hueso poroso”. Si se mira bajo microscopio un hueso sano podemos ver la estructura del mismo que se asemeja a un panal de abejas. Cuando esta afección ocurre, lo que se ve es que los agujeros y espacios son cada vez más grandes, generando que el hueso tenga una menor densidad y sea más frágil. A L G U N O S FACTORES DE RIESGO. Entre los factores predisponentes, además de la edad y el sexo, se encuentran el sedentarismo, el bajo consumo de calcio en la dieta, el tabaquismo y el consumo de alcohol. Si se realizan modificaciones en la rutina y en el estilo de vida de la población, tales como mantener una dieta sana y balanceada, realizar una actividad física de manera frecuente y evitar el consumo de alcohol y tabaco, se puede disminuir significativamente la prevalencia de esta enfermedad y evitar sus importantes complicaciones. La actividad física para aumentar la calidad ósea es fundamental para todo paciente. Múltiples estudios han demostrado que los pacientes sedentarios presentaban un mayor riesgo de osteoporosis, mientras que en los que realizaban actividades físicas de intensidad moderada se podía ver una disminución de la misma.